LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN ESPAÑOLES A PRINCIPIOS DEL XX.

Conceptos clave: prensa, editoriales, radio, correos, telégrafo, teléfono.

         PRENSA ESPAÑOLA DE PRINCIPIOS DEL XX.

     Los periódicos, pertenecían a una minoría burguesa que militaba en diversos partidos, los unos burgueses y católicos, y los otros republicanos, y otros más, de izquierda, pero muy alejados del mundo que decían representar, el mundo real de los ciudadanos trabajadores.

La historia de este tiempo, a veces está hecha a partir de estos periódicos, los cuales deformaban la realidad a favor de sus intereses y creencias. El periodista tenía que comer, y era la voz de su amo. Es un tiempo muy difícil de historiar leyendo la prensa. Los sindicalistas muchas veces actuaban al servicio de unas ideas, la revolución obrera, y los católicos al servicio de otras, el predominio católico sobre el Estado. Todos decían servir los intereses del pueblo. Es muy dudoso que ello fuera siempre verdad.

El coste de editar un periódico se elevaba a unas 79.000 pesetas mensuales, de las que, en los grandes periódicos, se recuperaban 45.000 en ventas, y había que sacar 35.000 de publicidad para no perder dinero. Como los periódicos valían 5 céntimos en 1900, había que vender 900.000 ejemplares para hacerlo rentable, y los grandes periódicos sólo vendían entre 50.000 y 150.000 ejemplares. En 1910, valían 10 céntimos. En 1920, los periódicos normales valían 20 céntimos, las hojas de propaganda de 4 páginas sólo costaban 5 céntimos, y las revistas podían valer de 80 céntimos hasta 1 peseta, llegando a tener 40 páginas.

Los periódicos alternativos no tenían posibilidades reales: En una España de 20 millones de habitantes, de los que sólo 8 millones sabían leer, no se podía pretender hacer la competencia a los grandes periódicos, y conseguir muchos lectores. El repartidor vendedor se llevaba 2 céntimos por ejemplar vendido. No había oportunidad para los pequeños. ¿Qué sentido tenían entonces los periódicos? Pues dar popularidad a las opiniones políticas de sus dueños, que pagaban por ello los gastos del periódico.

La venta de periódicos se duplicó desde cifras de 1 ejemplar cada 15.000 habitantes en 1887, a 1 por cada 9.000 en 1920. “ABC” llegó a vender 200.000 ejemplares diarios en 1925, aunque otros periódicos como “El Debate” sólo vendían 45.000.

     Los periódicos eran de formato tabloide, con cuatro páginas muy grandes, 56X44, unidas en un solo pliego, dedicada la primera a noticias en general con la interpretación política del dueño del periódico, artículos de opinión política del mismo, noticias de sociedad, publicidad y anuncios. Solamente el ABC tenía 20 páginas de formato pequeño, 24×33. En 1920, los periódicos pasaron a tener 8 páginas, en dos pliegos, y costaban 10 céntimos.

     El dueño de un periódico no era responsable de lo publicado en su periódico. El responsable, según la Ley de Prensa de 1883, vigente hasta 1936, era el periodista firmante del artículo.    El periodismo español se regía por la Ley de Imprenta de 1883, dada por Sagasta, que estuvo vigente hasta 1936, con las restricciones introducidas por las diferentes crisis políticas que impedían hablar a favor del anarquismo (1894), en contra de la nación (1900), y en contra del ejército (1906).

Enseguida aparecieron dos tipos de periódicos: la prensa amarilla a la que importaba muy poco la veracidad de sus comentarios, y la prensa documentada cuyo relato se acercaba a la verdad, si bien vista bajo un prisma determinado.

     Los periódicos traían noticias de toros, fútbol, teatro, actos políticos, cine, economía, arte, deporte, mujer, niños…

     El periodismo estaba en fase de renovación total. De 1850 a 1914, había sido ideológico, doctrinal y político, al servicio de determinados grupos sociales. En la época que estamos estudiando se reconvirtió a periodismo informativo, primando la rapidez de la transmisión de la noticia sobre las opiniones que se deben hacer de ella. Este movimiento había empezado en otros países con los descubrimientos del telégrafo 1837, la rotativa 1867, teléfono 1876, linotipia 1885. Las interpretaciones y opiniones diversas que se pueden hacer sobre una noticia, son de una época periodística posterior, de 1945 en adelante.

     Los regeneracionistas aportaban colaboraciones ideológicas políticas. Los clericales y anticlericales, artículos sobre materia religiosa. La época de Maura fue de gran polémica mantenida en los periódicos. Y de la misma manera se planteó durnate la guerra de 1914, la polémica entre germanófilos y aliadófilos.

         La empresa periodística.

     El periodismo de tipo antiguo se hacía sin que los escritores cobrasen dinero. La mayoría esperaba ser recompensada cuando su equipo llegase al poder y le concediese una “colocación”. El periódico era muy barato en la calle, y las pérdidas las pagaba cualquier prohombre que deseaba ser algo en política.

     Las cosas cambiaron cuando surgió la empresa periodística. El primer adelantado de este nuevo periodismo había sido “La Correspondencia de España” fundado en 1853, que se limitaba a dar noticias muy breves, recogidas en todos los ministerios, sin comprometerse en comentarlas. Un paso más lo dio “El Imparcial” desde 1867, que decidió ser órgano de opinión de un partido, en vez de serlo de un señor particular. El Imparcial ofrecía noticias y expresaba la opinión liberal sobre ellas. Lo mismo haría “El Liberal” desde 1879. Una interpretación similar quería hacer “El Día”, propiedad del marqués de Riscal, pero fracasó por falta de lectores.

     Para que se produjese un cambio hacia la empresa periodística fueron necesarios muchos pasos:

  Una Asociación de la Prensa (1897) que protegió a los periodistas contra ataques jurídicos muy variados.

  Unos trust de prensa como “Asamblea de la Buena Prensa”, que era católica y “Sociedad Editorial de España” que era liberal, a fin de hacer frente a otros poderes políticos y capitalistas.

  Una decisión mayoritaria de los periódicos en convertirse en independientes, una vez que se sintieron amparados por asociaciones como las anteriores.

  Un mercado suficiente que permitió recabar fondos para sostener los negocios. Este mercado se ganó por introducción del grabado en offset en 6 colores, por la rapidez en la emisión de la noticia gracias a la rueda de prensa, la agencia de información “Logos” creada en 1928, y los transmisores receptores para recibir textos a distancia.

Los periódicos de principios del siglo XX se modernizaron en el sentido de adoptar las agencias de noticias y la red telegráfica como fuentes y métodos de trabajo. Las agencias de prensa habituales eran Mencheta para noticias nacionales, y Fabra para las internacionales (era  una agencia francesa). Los católicos se dieron cuenta de la importancia de controlar una agencia de noticias, de la que copiaban muchos periódicos y crearon Agencia Logos, y Agencia Prensa Asociada, creada en 1909.

         Multiplicidad de periódicos.

En 1900 había en España unas 1.136 publicaciones periódicas. Y en 1920, había cerca de 2.300 publicaciones periódicas de las que 717 eran mensuales, 563 semanales, 320 quincenales y 290 diarias. Las mensuales solían ser revistas profesionales y las semanales revistas con carga política. En 1930, había 2.500 publicaciones, y en 1970 serán 4.800. Tratemos de agruparlos:

               Periódicos de Madrid.

     El periódico más antiguo de Madrid era La Correspondencia de España, fundado en 1848, y que hacia 1920 vendía 80.000 ejemplares. Desapareció en 1925. Era vespertino y conservador.

     Otro periódico muy antiguo era La Época, creada en 1849 por Luis José Sartorius conde de San Luis (que fue presidente en 1853). Era propiedad de la familia Escobar, primero de Ignacio José Escobar, marqués de Valdeiglesias, después de Alfredo Escobar y por último de José Ignacio Escobar marqués de las Marismas. Era el periódico de la alta burguesía y de la nobleza, y traía ante todo crónicas de sociedad. Muy conservador. Desapareció en 1939.

     El periódico más vendido a principios del XX era El Imparcial, fundado en 1867 por Eduardo Gasset Artime, José Bravo Destonet y Mariano Milego Solito, que fue un periódico que estuvo a favor de Prim en 1868, de Amadeo en 1871, de Alfonso XII en 1874 y así llegó a vender 130.000 ejemplares en 1900. Su decadencia empezó cuando Rafael Gasset (hijo de Eduardo) aceptó la cartera de Ministro de Fomento y los moderados se pasaron al ABC, y luego emprendió una campaña de modernización gráfica en la que se arruinó hacia 1906. El año 1906 no fue el final, porque El Imparcial, El Liberal y El Heraldo se asociaron en Sociedad Editorial de España y mantuvieron los El Imparcial de Barcelona, Bilbao, Murcia y Sevilla y compraron El Defensor de Granada en 1907 y El Noroeste de Gijón en 1908, con lo que fueron un trust importante. Sociedad Editorial era ante todo antimaurista. El Imparcial cerró en 1933.

     El periódico de los republicanos era El Liberal, fundado en 1879 por Isidoro Fernández Flórez, antiguo colaborador de El Imparcial. Llegó a ser poderoso porque publicaba en Madrid, Barcelona, Sevilla, Bilbao, Murcia. Cerró en 1939.

     El Heraldo de Madrid era un periódico de Felipe Ducazcal, el creador de la Partida de la Porra en apoyo de Prim y Amadeo y luego de Alfonso XII. Lo compró José Canalejas, y publicaba las ideas de este político liberal hasta ser vendido en 1906 a Sociedad Editorial de España. En 1931 se convirtió en republicano de izquierdas, y en 1939 fue cerrado.

     El ABC tenía como antecedente a Blanco y Negro, una revista fundada por Torcuato Luca de Tena y Álvarez Ossorio en 1891, un industrial sevillano dueño de aceites La Giralda. Este mismo señor fundó ABC en 1903 como un semanario que incluyera fotos, luego salió dos veces por semana, y luego fue cerrado, todo en el mismo año. Era monárquico, católico y conservador. No hubiera tenido ninguna trascendencia de no aparecer de nuevo en 1906, ahora como diario, en formato pequeño de 24×33, con 20 páginas (3 primeras de fotos, 10 de información y comentarios, 1 de folletín, 1 de correspondencia y consultorio sentimental, y 5 de publicidad) unidas por uan grapa. En 1909 Luca de Tena creó Prensa Española comprando Actualidades, Gedeón y Gente Menuda.

     La época informativa del siglo XX vino marcada hondamente por “ABC”. Este periódico dio el paso de tratar de erigirse en órgano de la opinión pública superando la opinión de un solo partido. “ABC” puso sueldo elevado a los periodistas (de 50 duros mensuales, cuando un obrero o funcionario no ganaban más de 15 reales diarios, es decir, unos 25 duros al mes) y les exigió dedicación exclusiva, sometimiento a las órdenes del redactor jefe y de la dirección. La mayor parte de ese sueldo se financiaba con anuncios, y otra parte con la venta del periódico. El periódico informativo introdujo el huecograbado y el chiste o dibujo cómico. La información se dividía en secciones y éstas eran: técnica, cine, hogar, medicina, agricultura, literatura y pintura, teatro, deportes, internacional. Casi todas ellas estaban desprovistas de acerbo político. Pero los dueños del periódico eran monárquico conservadores, y ello se hacía notar en la línea editorial.

La primera página, ABC la dedicaba a fotografía y titulares, y el artículo editorial lo presentaba en tercera. Apareció como semanario y tuvo algunas dificultades iniciales, hasta su aparición definitiva como diario el 1 de mayo de 1906. Se convirtió en el líder de la prensa conservadora, monárquica y católica. En 1929, creó ABCdeSevilla, el cual se convirtió en la referencia del periódico durante la guerra de 1936-1939. El ABC de Madrid fue socializado y autogestionado por los obreros y estaba a punto de desaparecer en 1939. Pero el triunfo de Franco el 1 de abril de 1939, revitalizó el periódico, que se convirtió en uno de los grandes de España. Tomó entonces posturas políticas comprometidas en el sentido de mostrarse antiliberal y nazi, pero salió del bache tras la derrota de Hitler, y evolucionó a defender los principios morales católicos, aunque siempre se declaró laico y profesional.

El Debate fue creado en 1910 por Guillermo Rivas y dirigido por Basilio Álvarez, pero en 1911 fue vendido a Santiago Mataix, miembro de ACNP, la asociación católica elitista más importante de España. Éste puso como Director a Ángel Herrera Oria, un ultracatólico. En 1912, El Debate pasó a ser de Editorial Católica. En 1929, Editorial Católica creó su propia agencia de noticias, Logos. En tiempos de la Segunda República, El Debate fue órgano de expresión de CEDA, y al iniciarse la sublevación, fue cerrado por el Gobierno republicano. El órgano de expresión del catolicismo español fue desde entonces YA.

El Sol fue creado por Nicolás María de Urgoiti el 1 de diciembre de 1917, aprovechando que era Director de Papelera Española y disponía de mucho papel. Se proponía tener un periódico liberal. Inmediatamente contrató a José Ortega y Gasset como inspirador de la línea ideológica, y a Félix Lorenzo como Director. Ortega decidió que el periódico fuera burgués e intelectual, pero respetuoso con el socialismo, y decidió que fuera caro, 10 céntimos, el doble del coste de un periódico normal. Suprimió las crónicas de los toros y los relatos de asesinatos y atracos que llenaban las páginas de los periódicos vulgares. El 14 de mayo de 1918, el nuevo Director fue Manuel Aznar, que continuó la misma línea editorial hasta marzo de 1922. Salía en gran formato y con 12 páginas. “El Sol” era considerado el mejor periódico de España hasta su desaparición en 1936.

Teniendo en cuenta que El Sol era elitista, Urgoiti pensó en editar un periódico populista La Voz, con el cual ganar dinero. Salió en 1920 y también era liberal.

En 1930, Papelera Española tuvo dificultades económicas y se vendió a Serafín Romeu i Fages conde de Barbate y a Juan Antonio Gamazo Abarca conde de Gamazo. Los periódicos perdían mucho dinero sin el apoyo de Papelera Española. El tándem El Sol-La Voz pasaron a personas de la derecha, que dieron entrada a redactores de extrema derecha, muchos de ellos falangistas en años posteriores. En 1932, ambos periódicos fueron adquiridos por Editorial Católica Española S.A. En 1937, estos periódicos fueron tomados por el PCE, y en 1939, los tomó Falange Española, que decidió editar el periódico Arriba.

         Periódicos de Barcelona.

     Barcelona tenía como periódico antiguo el Diario de Barcelona, fundado en 1792, reinado de Carlos IV por Pedro Pablo de Usson de Lezaparán, un francés que lo obtuvo con el privilegio de monopolio de prensa en Barcelona. En 1810, con la derrota francesa, pasó a Antoni Brusi i Mirabent, impresor de Barcelona, que lo vendió en 1821 a Pau Soler, su yerno, y éste se lo vendió en 1860 a Joan Mañé i Flaquer, marqués de casa Brusi, que era conservador y monárquico y fichó como colaborador a Joan Maragall. Cerró en 1994, para pasarse a formato digital.

     El periódico liberal por excelencia en Barcelona era La Vanguardia, de Jaume Andreu, que se lo vendió en 1887 a Carles Godó Pie, un industrial textil. Pero en 1897 lo heredó Ramón Godó Lallana y lo hizo conservador, maurista y monárquico.

     Las Noticias, fundado en 1896 por Rafael Roldós Viñolas en La Rambla nº 19, trató de ser independiente y se convirtió en el s¡diario de referencia de Barcelona, donde vendía hasta 50.000 ejemplares. En 1931 se hizo Republicano catalán, y en 1937 de UGT, y dejó de ser referencia.

     El Noticiero Universal apareció en Barcelona en 1888 y era de la familia Peris Mencheta, que también crearon El Noticiero Sevillano en Sevilla en 1893.

     El republicano anticlerical de Barcelona era El Diluvio.

     La Lliga tenía tres periódicos según tendencias: los más moderados pagaban desde 1891 La Veu de Catalunya, conservador y monárquico, propiedad de Enric Prat de la Riba, que pedía la unión de la Catalogne francesa con la Catalunya española, y Prat fue encarcelado en 1902. Los centristas de Lliga pagaban El Poble Catalá a partir de 1905, órgano oficial de Centre Nacionaliste Catalá y de Unió Federal Nacionaliste Republicá. La izquierda de la Lliga pagaba el Cu-cut, semanario que duró de 1902 a 1912 y cuyo éxito más grande era el semanario infantil Le Patufet, que duró hasta 1938.

         Periódicos de provincias.

  El Correo de Andalucía, de Sevilla;

  La Atalaya, de Santander;

  El Observador, de Cádiz;

  El Triunfo, de Granada;

  El Diario, de Ávila;

  El Pueblo Católico, de Jaén;

  El Universo, de Madrid.

  Las Provincias, de Valencia, creado en 1866, era conservador.

  El Norte de Castilla, vallisoletano.

  El Noroeste – Gijón.

  El Defensor de Granada.

          Periódicos de corte político dinástico:

     El Nacional de 1894, era el periódico de Romero Robledo.

     La Tribuna, de 1912, era maurista.

     El Mentidero, de 1913, era maurista.

     El Español era un periódico de la tarde de Sánchez Guerra en el que escribía Maura, pero en 1903 todos se pasaron al partido conservador, con periódico y todo.

     El Globo era el periódico de Castelar, creado en 1874, y se lo vendió al conde de Romanones, liberal, y éste se lo vendió en 1902 a Emilio Riu Periquet, que se arruinó.

     El Correo era el periódico de Sagasta fundado en 1880.

     El Diario Universal era el periódico de Romanones que, una vez vendido El Globo en 1903, fundó este nuevo periódico.

     La Prensa era el periódico de Moret, fundado en 1907.

     La Mañana era el periódico de Luis Silvela, que luego pasó a manos de García Prieto en 1910.

Periódicos Conservadores

Los periódicos conservadores en 1920 eran 32, de los que destacamos:

  La Correspondencia de España, moderado, privado 1853.

  El Sol, Madrid, Escisión del liberalismo, renovador 1917.

  El Día, privado, moderado.

  La Época,  conservador, católico, monárquico 1849-1936.

  ABC,  monárquico-conservador, diario desde 1905.

  El Diario de Barcelona, regionalista moderado 1793.

  La Vanguardia    , catalanista.

  El Norte de Castilla, vallisoletano.

Periódicos Liberales

Los periódicos liberales en 1920 eran 59. Destacamos:

  El Sol, del que hemos hablado más arriba.

  El Imparcial – Madrid, liberal de centro 1867-1933.

  El Liberal – Madrid, liberal de izquierdas 1879.

  El Heraldo de Madrid.

  El Liberal– Barcelona, Sevilla, Bilbao, Murcia.

  La Moda Práctica – Madrid, semanario.

  Semana Ilustrada– Madrid, semanario.

  El Noroeste– Gijón.

  El Defensor de Granada.

Periódicos tradicionalistas.

Los periódicos tradicionalistas en 1920 eran 16, de los que destacamos:

  El Correo Español,  Madrid, tradicionalista

  El Correo Catalán,  Barcelona, tradicionalista

  El Pensamiento Navarro,  Pamplona, tradicionalista

  El Diario Español,

  El Fusil,

  El Motín,

  La Fe,

  El Fénix.

El Siglo Futuro editado en 1875-1936, era carlista y católico, pero no aceptaba la censura de la jerarquía católica. Era el periódico de Cándido Nocedal. El nombre del periódico hacía referencia a que el futuro pertenecía a Dios. Tenía 4 páginas de 56X44 editadas a cinco columnas y costaba 12 reales al mes el tamaño grande, y 6 reales el tamaño reducido. Nocedal pontificaba qué era ortodoxia católica, y por eso acusaba a los obispos y a los jesuitas de liberales anticatólicos, porque no luchaban adecuadamente por el integrismo católico. En 1927 lanzaba 6.000 ejemplares diarios. Durante la República su sede era defendida por requetés armados. Fue cerrado en 1936. En 1939 solicitaron reabrir, pero Franco les consideraba un peligro, y dirigió a sus redactores hacia El Alcázar, un periódico franquista.

         Periódicos católicos.

Los periódicos católicos en 1920 eran 50, de los que destacamos:

La Gaceta del Norte, católico vasco, dirigido por jesuitas, se creó en 1901 en Bilbao.

Ya, es un periódico de Asociación Católica Nacional de Propagandistas, ACNP. Apareció en 1935 como vespertino. Sus locales fueron expropiados en 1936 por los comunistas para tirar su Mundo Obrero. En 1939, reapareció como matutino.

     El Debate era un periódico católico de 1910 fundado por Guillermo de Rivas con dinero de algunos católicos de Madrid, pero se arruinó en 1911 y fue vendido al sacerdote Ángel Herrera Oria para Asociación Católica Nacional de Propagandistas, ACNP. Cerró en 1936.

     El Mundo era otro periódico católico de Santiago Mataix, que se arruinó también, y fue vendido en 1911 a Ángel Herrera Oria, José María de Urquijo, y Domingo Espaza, conocidos católicos que representaban a Editorial Vizcaína (Propietaria de La Gaceta del Norte) y a Asociación Católica Nacional de Jóvenes Propagandistas, ACNJP, que se encargaron de buscar financiación para cubrir las pérdidas. Prestaron dinero Fernando Bauer, banquero de Madrid, y Vicente Llaguno, banquero de Bilbao. Todos ellos crearon Editorial Católica en 1913 para defender los intereses de la Iglesia Católica. Su principal objetivo fue atacar a los liberales, y destacó en sus campañas contra Canalejas, el político de la Ley del Candado asesinado en 1912.

         Periódicos republicanos.

Los periódicos republicanos en 1920 eran 57, de los que destacamos:

     Los republicanos liberales tenían España Nueva, contrario a Lerroux.

Alejandro Lerroux, del Partido Republicano Radical, tenía muchos periódicos como El Radical, El Intransigente, La Publicidad,  Rebeldía, El Progreso. De hecho, el republicano radical Alejandro Lerroux era fundamentalmente una empresa creada para difundir noticias a medida de sus conveniencias. Y de este modo llegó a Presidente del Gobierno.

     Blasco Ibáñez tenía El Pueblo en Valencia.

En Valencia había un periódico llamado El Radical, que era contrario a Lerroux y a su periódico republicano El Radical de Madrid. Había otros El Radical en distintas provincias.

Salmerón tenía El Mercantil Valenciano.

El País, Madrid.

El Globo.

         Periódicos socialistas.

Los periódicos socialistas en 1920 eran 41, y los comunistas 19, de los que destacamos:

     Los socialistas tenían El Socialista, que apareció en 1886 como semanario, y en 1913 como diario. Era el órgano de expresión de Pablo Iglesias y otros, casi todos periodistas. Empezó atacando a los republicanos porque Pablo Iglesias creía que eran sus enemigos naturales y ello hizo que Jaime Vera y Francisco Mora abandonaran temporalmente el partido. La característica de este periódico es que los colaboradores trabajaban gratis. Sólo pagaban el papel. Otros periódicos socialistas eran La Lucha de Clases, en Bilbao, y La Aurora Social, en Gijón.

La Lucha de Clases, Bilbao, socialista  1899-1934.

El Descanso Dominical, dependientes de comercio.

La Voz del Cantero, canteros de Madrid.

Mundo Obrero era el periódico del PCE

          Periódicos anarquistas

    La Huelga General de Francisco Ferrer,

     Solidaridad Obrera de Anselmo Lorenzo, CNT, creado en Barcelona 1907, diario desde 1916

La Revista Blanca, CNT, Madrid, 1898-1936

Tierra y Libertad era una publicación de FAI.

              Periódicos militares.

     El ejército tuvo sus propios periódicos como el Diario de la Marina, El Correo Militar, La Correspondencia Militar, de signo conservador, y otros más liberales como El Ejército Español y Unión Militar.

Revistas satírico críticas y de entretenimiento.

El Mentidero.

Gedeón.

La Esquella.

En 1917 salió el semanario TBO una publicación para niños en forma de comic, tan popular, que desde entonces en España no se dice cómic, sino tebeo.

         Evolución histórica de la prensa.

Ante la Guerra Mundial de 1914-1918, la prensa no supo reaccionar con moralidad, y cada periódico se puso del lado de quien les pagaba, y así se convirtieron en germanófilos y aliadófilos. Los periodistas e justificaban en que el negocio era ruinoso, y decían que no les cabía otra salida. Los que no quisieron plegarse a esta decisión de los propietarios, sufrieron crisis internas, como fue el caso de “El Imparcial”, donde los de Ortega defendían la libertad de los redactores, y los de Urgoiti defendían que lo importante era el periódico y el dinero que lo subvencionaba. La misma crisis sucedió en “El Heraldo de Madrid”, y los inconformistas se marcharon y fundaron “Hoy”,

     Durante la dictadura de 1923, se impuso la censura a pesar de lo que decía la Constitución de 1876, porque en general la prensa era contraria al dictador. Primo de Rivera salía con frecuencia a la prensa rebatiendo lo que se decía contra él. En esos artículos, mostraba su ignorancia continuamente. En 1923, con la censura de la Dictadura, desaparecieron muchos periódicos unos 162, y la aparecieron otros llamados “neutrales”, unos 144.

     En 1925, la Dictadura creó “La Nación, un periódico para que Primo de Rivera contestase todos los días a los demás. Era el periódico oficial.

     Los periódicos legales situados en oposición a la dictadura, recibían continuas multas y suspensiones. Se trataba de: “El Sol”, “La Voz”, “El Heraldo de Madrid”, “La Libertad” (Madrid), “El Norte de Castilla” (Valladolid), “La Publicitat” (Barcelona), “La Voz de Navarra” (Pamplona) y “El Diario Vasco” (San Sebastián).

     Eran ilegales o se movían entre la clandestinidad y la legalidad: “El Socialista” (del PSOE) y “La Antorcha” (del PCE, que a partir de 1931 se llamó “Mundo Obrero”, y que mientras el partido era ilegal, el periódico era legal). También eran ilegales los periódicos anarquistas: “Despertad” (Vigo), “Acción Sindical Obrera” (San Feliú de Guixols), “El Productor” (Blanes), “Redención” (Alcoy), “Horizontes” (Elda), “Revista Blanca”, “Generación Consciente” (Valencia, periódico que luego se llamó “Estudios”), “Tierra y Libertad” (revista de FAI publicada en Francia), “Solidaridad Obrera” (que reapareció en 1930).

     También circulaban por España muchas hojas volantes, la mayoría de las cuales se imprimían en Hendaya, y en ellas se podían encontrar artículos de firmas interesantes como Miguel de Unamuno y Eduardo Ortega y Gasset (hermano de José).

     También se publicaban revistas de pensamiento y cultura como “Revista de Occidente”, prohibida por la dictadura, pero de gran difusión, “La Gaceta Literaria” de Giménez Caballero, “La Pluma” de Manuel Azaña y Cipriano Rivas, “Cruz y Raya” de José Bergamín.

     Durante la Segunda República, hubo un auge grande periódicos y en Madrid llegó a haber 18 simultáneamente, mientras en Barcelona había 15. Se calculaba que se vendían unos tres millones de periódicos diarios en total.

     En la guerra de 1936-1939, los periódicos fueron los propios de la guerra, para comunicados oficiales y desinformación, pero hubo muchísimos.

     En 1938, la Ley de Prensa de Serrano Súñer estableció la censura previa. La información la suministraba una agencia estatal llamada “EFE-CIFRA”, y los periódicos se limitaban a dar forma a esas informaciones.

Pueblo fue creado en 1940 por la Delegación Nacional de Sindicatos.

     En marzo de 1966, una nueva Ley de Prensa, de Fraga Iribarne, suprimió la censura previa, pero llevaba consigo una reglamentación tan fuerte que no podemos decir que fuera la libertad.

     En 1973 se publicaban 241 periódicos de información general que tiraban unos siete millones y medio de ejemplares diarios, aparte de los treinta y cuatro millones de ejemplares de otras publicaciones no diarias.

               EDITORIALES.

     Algunos miembros de la élite cultural española pasaron a la política, y casi todos trataron de educar a los españoles. Sus libros se vendían por el prestigio político de sus autores, aunque cabe la duda de si fueron leídos, y leídos con atención. La novedad en España era que el intelectual ya no era objeto de mofa, sino que se le respetaba. Otra cosa es que sus seguidores le leyesen.

     El escritor pasó a ser un profesional y dejó de ser un bohemio desastrado que pedía dinero a las editoriales. Empezó a vestir con trajes correctos, y a comportarse normalmente en sociedad, excepto los tipos extravagantes que echaban de menos el pasado romántico del escritor.

     En 1910, apareció Centro de Estudios Históricos, una editorial creada por Ramón Menéndez Pidal. El Centro de Estudios Históricos tuvo secciones de Arte, Arqueología, Estudios Árabes, y Estudios Clásicos, y un Departamento de Literatura Contemporánea que se expresaba en el Índice Literario Español, una revista mensual de tipo crítico y noticioso.

     En 1914, apareció Revista de Filología Española, también de Menéndez Pidal, y dentro de Centro de Estudios Históricos. Ramón Menéndez Pidal incorporaba a sus alumnos a su propio trabajo, como colaboradores, y ya no era el tipo solitario encerrado en su estudio, como Menéndez Pelayo que era capaz de abordar toda la literatura española y sudamericana por sí solo. Menéndez Pidal se dedicó exclusivamente a la Edad Media, y casi sólo a la epopeya y romancero viejo, y puso a sus discípulos a estudiar otras épocas de la literatura.

     En el siglo XX aparecieron editoriales ya importantes en España como Juan Salvat, y José Espasa. Éste último se unió con Nicolás María Urgoiti, de Editorial Calpe y apareció la empresa Espasa Calpe.

Junto a ellos hay que citar a Revista de Occidente de José Ortega y Gasset, que no sólo era una revista, sino también una editorial creada en 1924, y dirigida por Manuel García Morente. La revista era mensual y sacó números desde 1923 a 1936, y luego reapareció en 1963, hasta hoy.

También en 1923 apareció Editorial Aguilar, de José Aguilar.

Hacia 1929 apareció CIAP, de Pedro Sainz Rodríguez.

Entre las publicaciones de izquierdas aparecieron Oriente, Ulises y Cenit.

     Posteriormente, y ya en 1939 aparecerían Destino (que creó premios Nadal), Biblioteca de Autores Católicos BAC, y Gredos (especializada en filología y lingüística españolas).

     Estas editoriales formaran grupos, o carteles, a partir de 1970:

  Grupo Anaya: Alianza, Tecnos, Cátedra, Pirámide…

  Grupo Timón: Santillana, Alfaguara, Aguilar, Taurus…

  Grupo Manuel Lara: Planeta, Seix Barral, Destino…

              LA RADIO EN ESPAÑA.

     La radio no era un medio que, en 1923-1939, llegara masivamente a los españoles, porque casi nadie tenía receptor de radio. Otra cosa fue que los líderes combatientes trataran de comunicarse con la población por radio, pues se dirigían a élites muy señaladas. La difusión popular en España de este medio de comunicación, es de 1950 en adelante. Durante la guerra, había muchos deseos de poseer una radio, pero “los aparatos” eran muy caros, y sólo lograron hacerse con ella los ricos, a cuyas casas acudían muchos conocidos para oír los noticiarios. Más bien, el aparato se colocaba en la ventana, y la familia lo escuchaba desde dentro, y los curiosos desde la calle.

     En 1901 se habían hecho los primeros experimentos de comunicación inalámbrica entre Tarifa y Ceuta, y luego se hicieron entre Baleares y la península, y el ejército se interesó por ellos en 1902.

     En 1905, el Cuerpo de Telégrafos estableció la comunicación El Ferrol-La Coruña, la cual servía noticias a El Diario Ferrolano.

     En 28 de septiembre de 1907, el Estado se reservó el monopolio de las comunicaciones radiotelegráficas, con posibilidad de hacer concesiones a particulares. Y en seguida, la Marina puso una serie de emisoras costeras.

     En 1910, durante la Guerra de Marruecos, los ejércitos españoles llevaban emisoras portátiles, pero eran muy pesadas y voluminosas, imposibles de ser cargadas por un hombre. Necesitaban un caballo o un coche.

     En 1916, Antonio Castilla fundó “Compañía Ibérica de Telecomunicación”, que fue la primera empresa civil en el tema radio. Sólo hacía retransmisiones ocasionales.

     En 1920, la Marconi’s Wireless tranmitía desde Inglaterra, y el público británico podía captar sus mensajes, los británicos compraban aparatos de radio y se encontró muy demandada, lo que llevó a los demás Estados a interesarse por las posibilidades de la radio. Estados Unidos optó por la libre iniciativa privada, la URSS optó por el monopolio estatal cerrado, y la mayoría de los países optaron por monopolio estatal con concesiones a las empresas privadas, de donde nació la BBC en Inglaterra, Radio París, Radio Ibérica y otras. Los Países Bajos decidieron que ese servicio debía ser comunitario al servicio de las instituciones políticas y sociales.

     En España, aparecieron: Radio Ibérica en Madrid, Radio Barcelona, Radio Unión en Madrid, y Radio Asturias en Oviedo.

     En 1922, las transmisiones eran ya frecuentes, y tenían alcance de más de 500 kilómetros. Empezaban las verdaderas posibilidades de la radio.

     En 1923, se hizo el Decreto 27 de febrero de 1923 sobre la radio, y se iniciaron las emisiones de Radio Ibérica en Madrid. Era una concesión del Estado a un particular.

              CORREOS.

     El servicio de correos se desarrolló ampliamente en 1900-1930, pues de las 3.200 oficinas de 1901, se pasó a 9.900 en 1931, es decir se había logrado llegar a todas las poblaciones o, cerca de ellas, a lugares accesibles en pocos minutos.

     En 1906, el Tratado de Roma de la Unión Postal Universal fijó las tarifas postales. España pertenecía a la Unión Postal Universal desde 1878. En 1909, las Cortes redujeron el coste del franqueo, lo cual hizo popular el correo, y multiplicó los envíos.

Y en 1911 se introdujo en España el giro postal, por el cual, entregando un dinero en una oficina de Correos, le era entregado al destinatario por el cartero en el punto indicado.

El servicio de correos español alcanzó alta eficacia y fiabilidad. En 1928 apareció la Unión Postal de las Américas con España y se amplió el servicio.

              TELÉGRAFOS

     EL TELÉGRAFO duplicó sus estaciones a principios del XX: En 1900 había en España 1.490 oficinas, y en 1924 eran ya 3.465 oficinas.

     El invento de la telegrafía sin hilos, o radiotelegrafía, o telegrafía hertziana, o telegrafía etérica, puesto en marcha en 24 de enero de 1908, parecía dar un gran futuro al telégrafo, pero no fue así. Se establecieron estaciones principales en Cádiz, Tenerife, Las Palmas, Barcelona, Aranjuez, Vigo y Mallorca, y tuvo un uso más bien militar, porque el futuro estaba en el teléfono. A medida que el teléfono se desarrollaba, el telégrafo perdió su interés.

              TELÉFONOS.

     EL TELÉFONO tenía ventajas evidentes sobre el telégrafo pues no necesitaba de un intermediario, y la respuesta era inmediata. A partir de 1924 se inició el declive del telégrafo, sobre todo a partir de la aparición de un sistema que abarcaba todo el territorio español y que gestionaba Compañía Telefónica Nacional de España CTNE.

Primo de Rivera compró la Telefónica a International Telephone and Telegraph Corporation ITT, para que el sistema fuera un monopolio español, bajo licencia americana, monopolio que sólo se rompería en 1995 tras la entrada de España en la Unión Europea.

ITT era el socio mayoritario de CTNE. ITT estaba satisfecha con ello puesto que se convertía en el suministrador de tecnología del monopolio creado en España, y se eliminaba del mercado español a Siemens y a otros competidores. CTNE se hizo cargo de todas las líneas telefónicas existentes en España, excepto las de San Sebastián, que eran privadas.

En 1900 había en España 15.000 teléfonos, y en 1924, antes de su expansión definitiva, 78.000, cifra que se triplicaría en 1931, 212.153 teléfonos. Desde entonces se convirtió en el sistema de comunicación social preferido por los españoles.

Francia por entonces, tenía un millón de teléfonos, Gran Bretaña dos millones y Estados Unidos veinte millones, lo cual significa que también era el medio elegido por los consumidores del resto del mundo.

Post by Emilio Encinas

Emilio Encinas se licenció en Geografía e Historia por la Universidad de Salamanca en 1972. Impartió clases en el IT Santo Domingo de El Ejido de Dalías el curso 1972-1973. Obtuvo la categoría de Profesor Agregado de Enseñanza Media en 1976. fue destinado al Instituto Marqués de Santillana de Torrelavega en 1976-1979, y pasó al Instituto Santa Clara de Santander 1979-1992. Accedió a la condición de Catedrático de Geografía e Historia en 1992 y ejerció como tal en el Instituto Santa Clara hasta 2009. Fue Jefe de Departamento del Seminario de Geografía, Historia y Arte en 1998-2009.

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