GOBIERNO ALLENDESALAZAR DE MARZO DE 1921.

Conceptos clave: Cataluña en 1921, el PSOE en 1921, el PCOE, el Profintern, el Consejo Superior Bancario, el III Congreso de la Tercera Internacional.

     Manuel Allendesalazar y Muñoz de Salazar, 1856-1923, era de familia nobiliaria por ambas ramas, estudió Derecho e Ingeniería Agrónoma, y fue catedrático de esta Escuela. Era muy católico, y se hizo del Partido conservador en 1881, momento a partir del cual siempre fue o Diputado o Senador. Era un orador brillante, aunque muchas veces daba por entendidas las frases y no las terminaba. Era honesto y no vivía de la política, por lo que era respetado por todos y sobre todo por Maura y Silvela los líderes de su partido. Fue Ministro de Hacienda para Silvela en 1900, Ministro de Hacienda para Azcárraga en 1901, Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes para Silvela en 1902, Ministro de Agricultura y Obras Públicas para Maura en 1903, Ministro de Gobernación para Maura en 1904, Gobernador del Banco de España para Maura en 1904, Ministro de Estado para Maura en 1907, Gobernador del Banco de España para Maura en abril de 1919, Presidente del Senado para Maura en abril de 1919, Presidente del Consejo de Ministros en diciembre de 1919, y de nuevo Presidente en marzo de 1921.

     El Gobierno conservador de Manuel Allendesalazar.

                13 marzo 1921 a 3 agosto 1921

  Presidencia del Consejo, Manuel Allendesalazar Muñoz de Salazar.

  Gobernación, Gabino Bugallal Araújo, conde de Bugallal.

  Estado, Salvador Bermúdez de Castro O´Lawlor, marqués de Lema.

  Guerra, Luis de Marichalar Monreal, vizconde de Eza.

  Marina, Joaquín Fernández Prida.

  Fomento, Juan de La Cierva Peñafiel.

  Hacienda, Manuel Argüelles Argüelles / 7 de julio 1921: Mariano Ordóñez García.

  Instrucción Pública y Bellas Artes, Francisco Aparicio Ruiz.

  Gracia y Justicia, Vicente de Piniés Bayona[1] / 7 julio 1921: Julio Wais San Martín.

  Trabajo, Severino Eduardo Sanz Escartín, conde de Lizárraga[2].

     Este Gobierno conservaba a Bugallal, a Argüelles y a Lema, del equipo de Dato, y el propio Allendesalazar también había formado parte de este equipo.

              Cataluña en 1921.

    La guerra social continuó en Cataluña con asesinatos por ambos bandos. Martínez Anido se sentía apoyado por las Juntas de Defensa, por Lliga y por la Cámara Oficial de Industria de Barcelona y disponía de un grupo de pistoleros teóricamente insertados en la Corporación General de Trabajadores, denominados los “libres”. La autoridad de Martínez Anido fue cuestionada el 29 de marzo por Prieto, Besteiro y Guerra del Río, pero Bugallal apoyó a Martínez Anido como una necesidad de perseguir el crimen y la delincuencia. Y Allendesalazar ratificó a Martínez Anido el 12 de abril.

     Los asesinatos eran frecuentes. Y el 16 de abril de 1921, Alejandro Lerroux lo denunció en el Congreso de Diputados  y lo publicó La Libertad: había detenidos que misteriosamente se fugaban de las cárceles. Aparecían muertos en cunetas y en las calles de Barcelona. Y aunque Lerroux no dio la lista, nosotros podemos dar los sucesos más importantes de ella para poder tomar conciencia de la gravedad de la situación: el 3 de enero, había sido asesinado el empresario del metal Francisco Fontcuberta; el 8 de enero, fue asesinado el anarquista Manuel Valer; el 12 de enero, fue asesinado el Teniente Alcalde de Tarrasa, Juan Abella; el 15 de enero, cayó en un tiroteo con la policía el anarquista Francisco Sabater; el 18 de enero, fue asesinado el policía Espejo; 19 de enero, fueron asesinados por el procedimiento de la Ley de Fugas, Juan Villanueva, Juli Peris, y Ramón Gomar, en un incidente, y José Pérez Espín en otro lugar; 21 de enero, fueron asesinados por el procedimiento de la Ley de Fugas, Agustín Flor, Hernández Silvestre, Francisco Bravo, y Benito Mechano; 23 de enero fueron asesinados a manos de desconocidos, los anarquistas Domenech Rivas, y Ricard Pi; 24 de enero, fueron asesinados por el procedimiento de la Ley de Fugas, los anarquistas Manuel Fernández y y Francisco Gil; 16 de febrero, fue asesinado el anarquista Francisco Rodenas; 26 de febrero, los Libres asesinaron a Ramón Lloveras; 27 de febrero, los anarquistas asesinaron al policía Ramón Esteve; 1 de marzo, estalló una bomba en El Paralelo en la puerta de las oficinas de una central eléctrica; 8 de marzo, los anarquistas asesinaron Eduardo Dato, Presidente del Gobierno; 27 de marzo, los Libres asesinaron a Agustí Subirá; 27 de marzo, los Únicos asesinaron a Buenaventura Roca y a Joan Sans; 1 de abril, los anarquistas asesinaron al anarquista Francisco Celis, al que tenían por confidente de la policía; 14 de abril, los Libres asesinaron al abogado sindicalista José Lastra y al pasante Francisco Estrada, que trabajaba para José Ulled, el cual resultó herido. Ése fue el momento en el que Lerroux, presentó otra interpelación el 17 de abril contra Martínez Anido, pero el Ministro de Gobernación, Bugallal, se ratificó en apoyar al Ministro.

     El 11 de mayo de 1921, Fomento del Trabajo Nacional de Barcelona, hizo un gesto de adhesión a Martínez Anido presentando más de 100.000 firmas a su favor, más la adhesión de 253 corporaciones y 83 Ayuntamientos. El Gobierno de Madrid felicitó a Martínez Anido por la cohesión que Cataluña presentaba con la política del Gobierno de España.

     Es decir, la honestidad conservadora y católica, creía necesario el terrorismo de Estado en esos momentos tan dramáticos.

     En 1921 nació Unión de Rabassaires, una organización de campesinos catalanes dirigida por Francisco Riera, de Martorell, de tendencia republicana, y apoyada por Companys y Marcelino Domingo. No se constituyó legalmente hasta 1922. Contaba con unos 5.000 afiliados.

              El PSOE en abril de 1921.

     En 9 de abril de 1921, se celebró Congreso Extraordinario del PSOE tras el informe de enero de 1921, en el que Fernando de los Ríos volvió de Rusia con las 21 Condiciones de la III Internacional, y la recomendación de no aceptarlas. El Congreso estaba bien preparado por los pablistas, denominados minimalistas por los comunistas, que habían hecho campaña en Asturias y Vizcaya para atraer a todos los socialistas a la posición de independencia respecto a la Tercera Internacional. El Socialista había publicado las 21 Condiciones el día 9 de abril, día del inicio del Congreso, y había opinado que eran inaceptables. El periódico pedía la unidad del partido en contra de los terceristas. El PSOE de Pablo Iglesias quería el Gobierno del proletariado, pero no por métodos violentos como exigía e leninismo.

     El delegado del País Vasco y Navarra, Enrique de Francisco, no pudo asistir al Congreso y envió a dos delegados, Facundo Perezagua, y Óscar Pérez Solís, ambos comunistas.

Al empezar el Congreso, se leyó la carta de Pablo Iglesias recomendando seguir las ideas de Fernando de los Ríos, contrario a la Tercera Internacional.

Fernando de los Ríos informó a continuación de que en Rusia no existían los derechos políticos ni las libertades básicas y ni siquiera les estaba permitido publicar sus ideas a los anarquistas, porque las imprentas eran del Estado y las publicaciones requerían de un permiso del Comisariado de Instrucción Pública. Dijo también que Rusia era un Estado policial, y que la comida estaba racionada.

Le contestó Daniel Anguiano afirmando que Rusia sufría un bloqueo internacional por culpa de los burgueses, y que el Estado ruso estaba provisionalmente en reconstrucción. Anguiano dijo que en Rusia había sido preciso acallar a los contrarrevolucionarios, y no había habido más remedio que imponer medidas de represión. Anguiano dijo que a él, tampoco le gustaba la dictadura del proletariado, que era una dictadura del Soviet Supremo en la práctica, pero que era necesaria en aquel momento.

Intervino Julián Besteiro para decir que el PSOE debía continuar en sus ideas, y que el que no estuviera de acuerdo, que se fuese al PCE, pero que no se podría admitir a los terceristas como una tendencia más dentro de PSOE.

Largo Caballero dijo que si el PSOE se afiliaba al Comintern, los que votaran en contra debían ser expulsados del partido. A lo que Isidoro Acebedo le contestó que Zinoviev nunca había hablado de expulsiones.

     Largo Caballero dijo que se avergonzaba de haber sido hasta entonces reformista, socialdemócrata y pablista. Eso era sorprendente, sobre todo en un hombre sin capacidad teórica notable, como era el caso de Largo Caballero. Cambiaba de opinión política y se pasaba al radicalismo comunista, pero no abandonaba la militancia en UGT-PSOE.

     Julián Besteiro acusó a los terceristas (llamados comunistas más adelante) de falsedad, y dijo que no eran revolucionarios como decían, puesto que estaban discutiendo si debían asociarse al Comintern, y sólo eran unos críticos que sabían insultar y ver defectos en los demás, pero no sabían proponer nada positivo. Esa intervención encolerízó, lógicamente, a los terceristas.

Largo Caballero presentó una norma de procedimiento para restringir el derecho de intervención de los miembros de la Ejecutiva Federal, que hasta entonces podían intervenir cuando quisieran. Dijo que ello era de sentido democrático. Era la democracia populista frente a la dirección del partido por los intelectuales. Largo Caballero mostraba su verdadera personalidad.

     Intervino Ramón Lamoneda para decir que la 21 Condiciones no eran el tema esencial del día, pues los que antes se oponían a entrar en el Comintern, se estaban oponiendo ahora a las 21 Condiciones, sin cambiar en nada su postura. Decía que el culpable de todo ello era Pablo Iglesias que, a través de métodos de intimidación, manipulaba las opiniones. Pablo Iglesias había dicho que la aceptación de las 21 Condiciones sería lo mismo que aceptar la ilegalización del PSOE. Y por todo ello, concluyó que se podía dar el partido por escindido en dos partes.

En resumen: Hablaron contra la adhesión al Comintern: Fernando de los Ríos, Julián Besteiro y Francisco Largo Caballero, y se leyó un mensaje de Pablo Iglesias en el mismo sentido. Hablaron a favor de la adhesión al Comintern: Daniel Anguiano, Virginia González, y Roberto Álvarez, Isidoro Acevedo y Ramón Lamoneda. Adoptó una postura ambivalente: Andrés Saborit.

     Se puso a votación la proposición de integrarse en el Comintern, y la proposición resultó derrotada por 2.603 x 14.833 votos, y la proposición fue rechazada. Votaban los delegados de las agrupaciones socialistas.

     Se votó sobre las 21 condiciones y resultaron 8.808 votos en contra y 6.225 a favor. Los terceristas habían sido derrotados.

     El PSOE hubo de nombrar nueva Comisión Ejecutiva, pues gran parte de la anterior se había marchado: Presidente, Pablo Iglesias; vicepresidente, Julián Besteiro; secretario tesorero, Andrés Saborit; vicesecretario, Núñez Tomás; secretario de actas, Fermín Blázquez; vocales: Largo Caballero, Indalecio Prieto, Fernández Quer, Fernando de los Ríos, Toribio Pascual y Lucio Martínez. Esta ejecutiva se declaró amiga de la revolución rusa pero enemiga de la Tercera Internacional y sus 21 puntos.

         El Partido Comunista Obrero Español, PCOE.

     Tras conocer ese resultado de las votaciones del Congreso del PSOE de 1921, Antonio García Quejido, miembro de la Ejecutiva del PSOE, se levantó y se marchó de la sala, y le siguieron el resto de terceristas. El PSOE se había roto.

Antonio García Quejido, 1856-1927, había nacido en Madrid y se había educado en una familia laica, se hizo tipógrafo y entró en 1876 en El Arte de Imprimir, asociación de la que fue secretario en 1879. Estuvo con Pablo Iglesias en la fundación del PSOE en 1879. Fue a trabajar a Barcelona y promovió UGT. En 1897 volvió a Madrid. Con este historial, su pase al PCE fue muy impactante. Difundió algunas teorías de Marx hasta su muerte en 1927.

     El 13 de abril de 1921, algunos socialistas, sobre todo los jóvenes, crearon un partido adicto a la Tercera Internacional, que se llamó Partido Comunista Obrero Español, PCOE: allí estaba la minoría perdedora del Congreso de 9 de abril: Oscar Pérez Solís[3] (Bilbao), Antonio García Quejido, Facundo Perezagua[4] (Bilbao), Isidoro Acevedo (Asturias), Lázaro García (Asturias), Virginia González, Pedro García (Alcira), Mariano García Cortés (Sestao), Eduardo Torralva Beci (Buñol), Evaristo Salmerón (Deusto), José D, Larriba (Ribadeo), José L. Martínez (Motril), Luis Mancebo, Lorenzo Luzuriaga (Begoña), José López y López (Ortuella), Gonzalo Morenas (Tejada), Roberto Álvarez (Santander), Severino Chacón (La Coruña), Manuel Pedroso (Crevillente), Antonio Fernández de Velasco, Carlos Carbonell, Marcelino Pascua, Manuel Martín, Evaristo Gil, Luis Fernández, Eduardo Vicente (Palma de Mallorca), Francisco Villar, Ángel Bartol, Vicente Calaza, José Rojas, Daniel Anguiano, Núñez de Arenas, Lamoneda, Roberto Álvarez y César R. González, Ramón Merino Gracia[5], y otros. Cuando salieron escopetados del Congreso del PSOE, marcharon a Escuela Nueva, calle Madrazo, y crearon el Partido Comunista Obrero Español, PCOE, se separaron del PSOE, y fueron denominados “terceristas”. Tenían muchos seguidores en Asturias, Bilbao y Jaén, y Juventudes Socialistas. Mientras el resto de los del PSOE estaban por la Segunda Internacional a reconstituir.

     Los historiadores opinan que los militantes del PSOE antes del Congreso de 1921 podían ser 45.000. Al Congreso, los terceristas presentaron representaciones de unos 20.000 militantes, que Pablo Iglesias no admitió, y dijo que habían sido manipuladas y falsificadas. Tras el Congreso, en el PCOE había menos de 5.000 militantes, y en el PSOE unos 23.000, lo cual quiere decir que las cifras estaban infladas por ambos lados.

     Pablo Iglesias Posse se disgustó muchísimo por la escisión y acusó a los terceristas de manipuladores. Dijo que los terceristas se habían inventado miles de militantes y miles de votos que no existían, y habían acudido al Congreso del PSOE a boicotearlo, cuando en realidad eran cuatro gatos. Dijo que los terceristas habían organizado campañas de ideologización en el momento de las elecciones, corrompiendo así el ejercicio libre del voto. Dijo que los terceristas habían eliminado de voto a algunos socialistas moderados con el pretexto de no estar al día en el pago de cuotas. Y concluyó diciendo que las viejas tácticas caciquiles burguesas se habían colado dentro del PSOE, y el resultado había sido la escena triste del Congreso de abril de 1921. Pero los pablistas habían utilizado el argumento de la “autoridad moral del abuelo” y tampoco habían sido del todo limpios, y ejercieron presiones similares sobre los votantes, y esas no las pusieron de manifiesto.

     Tras la ruptura, los terceristas dominaban Asturias y el País Vasco. Y los pablistas dominaban Madrid, Valencia y Andalucía.

     Los del Partido Comunista Español, partido fundado en abril de 1920, no querían aceptar a los antes “Terceristas” y ahora redenominados PCOE. Les acusaban de pseudocomunistas. Los del Partido Comunista Español exigían de PCOE, que previamente dejaran que Partido Comunista Español hiciera una depuración en PCOE.

     Se habían iniciado varias luchas internas: Lo siguiente era ganar la lucha en cada agrupación regional por separado, pues los afiliados tenían que decidir.

         UGT ante la ruptura del PSOE.

     UGT se definió como sindicato de clase próximo al PSOE y se organizó piramidalmente: En la base, las «Sociedades de Oficio» o los «Sindicatos de Industria» se unían en Federaciones Locales, Provinciales y Regionales[6]. Todas ellas eran coordinadas por el Comité Nacional. El órgano supremo de decisión era el Congreso provincial, regional o nacional. En 1921, UGT había conseguido 200.000 ó 250.000 afiliados, una cifra ya respetable que había crecido en los tres últimos años. Todavía no podía compararse a los 700.000 afiliados a CNT, pero empezaba a ser algo importante. UGT mantuvo sus afiliados tras el Congreso de 1921, pero no creció apenas en los siguientes diez años. La UGT tenía militantes tan activos como los del PSOE, pero su actividad estaba más encaminada a la lucha de los obreros contra los patronos, y no dependían tanto de una ideología, y no sufrieron demasiado por causa de la escisión tercerista.

     En Asturias, donde los líderes del PSOE eran terceristas en su mayoría, los afiliados a UGT siguieron al líder Manuel Llaneza, el cual había fundado el Sindicato de Obreros Mineros de Asturias SOMA, y se mantuvieron en UGT, aunque Llaneza era pablista.

     Los afiliados a UGT solían afiliarse colectivamente, en forma de fábricas enteras, municipios enteros, mientras en CNT, la afiliación era más individual.    UGT no tuvo bajas, pues los PCOE se salieron de PSOE, pero no del sindicato.

                   CNT en 1921.

     En Andalucía, los obreros creían que el sindicato que mejor les defendía era CNT, y estaban masivamente afiliados a ese sindicato. De ello, no podemos deducir que los andaluces fueran anarquistas, sino que defendían sus intereses laborales a través del órgano anarquista. UGT se ajustaba más a los problemas de los obreros industriales asturianos, vascos y catalanes, y CNT se ajustaba más a los problemas de los obreros del campo.

     En 1921 el nuevo Secretario General de CNT era Andreu Nin 1892-1937, nacido en El Vendrell (Tarragona), el cual había militado en Esquerra Republicana, en la Agrupación Socialista de Barcelona en 1913, y en CNT después. Como secretario de CNT, y junto a Hilario Arlandis, Joaquín Maurín y Jesús Ibáñez, afilió a CNT al Profintern o Internacional Sindical Roja. El Profintern había sido creado en Moscú el 3 de julio de 1921 como un sindicato internacionalista al servicio del Comintern, y fue disuelto en 1937. Posteriormente, Andreu Nin fue a un Congreso Internacional Comunista en Moscú y se pasó al PCE, y fue en 1925 alto dirigente del PCE. En 1929 sería expulsado de la URSS por trotskista. En 1930 constituyó Izquierda Comunista de España, de ideología trotskista, y se hizo secretario general de la misma. En 1934 rompió también con Trotsky porque éste había dicho que los militantes de Izquierda Comunista debían entrar en PSOE, tratar de dirigir el partido, y cambiarle desde dentro, lo cual se denominó “entrismo” (infiltración). Entonces trató de arrastrar a Izquierda Comunista de España, ICE, a una coalición con Bloque Obrero y Campesino, BOC, de Joaquín Maurín, y en 1935 llegaron a un acuerdo del que nacería Partido Obrero de Unificación Marxista POUM. El POUM defendía la entrega del poder a los comités obreros (doctrina del soviet leninista), pero como Andreu Nin estaba en contra del PCE, ello significó que la GPU soviética de Stalin le persiguiera, y en mayo de 1937, tras los sucesos de Barcelona, fuera acusado por los soviéticos de fascista y provocador. Los comunistas le detuvieron, le llevaron a sus cárceles secretas, o checas, y le asesinaron.

         La orden de unificación del PCE.

Inmediatamente a la ruptura del PSOE de 13 de abril de 1921, el Comintern dio órdenes de destruir al PCOE, pues no podía haber dos partidos comunistas en una misma región, y ya existía el PCE. El 7 de noviembre de 1921, tuvo lugar la Conferencia de Fusión, en la que el Partido Comunista Español, y el Partido Comunista Obrero Español, acordaron fusionarse por orden del Comintern, y así en 14 de noviembre de 1921, nació el Partido Comunista de España, PCE.

Se juntaron con otros anarquistas como Andreu Nin y Joaquín Maurín, y el PCE resultó hijo de socialistas y anarquistas.

     También los anarquistas estuvieron tentados por la nueva propuesta que venía de Rusia, y enviaron a Ángel Pestaña[7] a Moscú para afiliar CNT a la “Tercera Internacional Roja”. Pero Pestaña observó que el comunismo bolchevique era una dictadura y, en junio de 1922, pidió que CNT abandonase la Internacional.

         El submarino español.

     El 2 de junio de 1921 se botó el primer submarino español construido por Sociedad Española de Construcción Naval, que fue seguido por otro idéntico botado en Cartagena el 11 de octubre de 1921.

         Crisis del Gobierno en mayo-junio de 1921.

     En mayo de 1921, La Cierva presentó un plan de obras públicas que se debía financiar con un presupuesto extraordinario del Estado: Preveía inversiones especiales en los ferrocarriles. Cambó y Maura se opusieron a los planes de La Cierva, y el modo de impedir que progresaran estos planes, fue cerrar las Cortes, 30 de junio, cosa que provocaría la crisis de Gobierno en julio.

     El 23 de mayo de 1921, Alfonso XIII censuró la actuación general de las Cortes y pidió público apoyo para que el Rey pudiera hacer los Decretos que las Cortes no estaban haciendo, y que algunos Ministros no hacían porque se oponían los otros Ministros. El Rey estaba viajando por Málaga, Sevilla y fue en Córdoba donde pronunció estas palabras. Estas palabras que significaban una dictadura, fueron aplaudidas por mucha gente y empezaban a denotar cierto aire de fascismo.

     En junio de 1921, el Ministro de Gobernación, Gabino Bugallal, constató la contradicción en la que había caído respecto a Martínez Anido: dio varias órdenes a Martínez Anido sobre protección de algunas presuntas víctimas de su persecución y éste no le hizo ningún caso, y siguió matándolas.

El 30 de junio se cerraron las Cortes con el ánimo de gobernar por Real Orden. La Cierva y Bugallal promovían este modo dictatorial de Gobierno. Piniés y Argüelles dimitieron y fueron sustituidos por hombres de Bugallal. El 6 de julio hubo crisis de Gobierno por discusiones entre La Cierva, con Piniés y con Argüelles, que fueron sustituidos:

  Hacienda, Mariano Ordóñez García sustituía a Argüelles.

  Gracia y Justicia, Julio Wais San Martín[8], sustituía a Piniés.

     El cierre de las Cortes se podía haber demorado unos días para poder aprobar el proyecto La Cierva y, como no se hizo así, éste se sintió ofendido y discutió con Allendesalazar, y en esa discusión cayeron Argüelles y Piniés, los hombres que se oponían a La Cierva.

     Había crisis de Gobierno. Santiago Alba quería que gobernase Sánchez Guerra, para evitar la llegada a la jefatura del Partido Conservador de La Cierva, el hombre de los militares.

         El Consejo Superior Bancario.

     En 1921 se creó el Consejo Superior Bancario a raíz de la Ley de Ordenación Bancaria. Tenía como fin autorizar las nuevas entidades de crédito, los cambios en las ya existentes, exigir balances y cuentas de resultados, hacer estadísticas, y recopilar costumbres y usos bancarios. El problema era que la peseta se estaba devaluando muy gravemente a partir de la guerra de Cuba y derrota de 1898, y el Estado creía necesario autorizar al Banco de España a actuar en defensa de la peseta. En 1928, el Consejo Superior Bancario creó un Comité Interventor de los Cambios integrado por representantes del Banco de España y representantes del Gobierno, y se propuso establecer el patrón oro, aunque afortunadamente, se disolvió al año siguiente al advertirles el grave error económico en que pensaban incurrir. Su argumentación era que había que evitar la salida de capitales por desinversión extranjera y por especulación, pero la medida que se proponía estimulaba todavía más la especulación y, afortunadamente, se desestimó. En 1929 se creó el Centro Regulador de Operaciones de Cambio para evitar la caída de la cotización de la peseta. En 1930 pasó a llamarse Centro Oficial de Contratación de Moneda y así permaneció durante la Segunda República organizando acuerdos clearing (bilaterales con pagos contingentados por acuerdos entre gobiernos). Este Consejo Superior Bancario sería suprimido en marzo de 1938 sustituido por el Instituto Español de Moneda Extranjera IEME, y restablecido en 1946. Tras la liberalización de 1959, fue perdiendo peso el IEME y se suprimió en 1973. Definitivamente en 1974, la peseta quedó flotante, a merced de los mercados internacionales, pero con apoyos del Banco de España, comprando y vendiendo, a fin de evitar movimientos especulativos. El sistema quedó invalidado en 2002, al ponerse en circulación el euro.

         El III Congreso de la Tercera Internacional.

     En julio de 1921 se celebró el III Congreso de la Tercera Internacional, y ésta invitó a Partido Comunista Español, PCOE y CNT, pero para exigir que se unieran en un solo partido como decían las 21 Condiciones. PCE, PCOE y CNT enviaron a sus representantes a Moscú. Ramón Merino Gracia representaba al PCE; Eduardo Torralba Beci representaba al PCOE; Joaquín Maurín Juliá y Andreu Nin Pérez representaban a CNT. Andreu Nin aceptó las 21 Condiciones y se pasó al comunismo, y se quedó en Rusia sirviendo al comunismo al servicio de Bujarin, luego al servicio de Trotski, hasta que en 1930 abandonó la URSS. Joaquín Maurín regresó a España, se hizo dirigente de CNT y creó los Comités Sindicalistas Revolucionarios para tratar de llevarse afiliados al comunismo. Una vez descubierto su juego, en 1924 abandonó CNT y se integró en el PCE.

     Ramón Merino Gracia y Eduardo Torralba Beci representaban a muy pocos militantes, y su papel fue casi nulo en el Congreso de Moscú de 1921, salvo echarse mutuamente la culpa de todos los errores que se les imputaban.

     El 3 de julio de 1921, el III Congreso de la III Internacional creó la Internacional Sindical Roja, ISR, o Profintern, a fin de atraerse a las masas anarquistas. Fueron sus secretarios: Andreu Nin, Mijail Tomski, y Salomon Lozovski. El Profintern se disolvió en 1937.

En noviembre, la III Internacional enviaría a Antonio Graziadei a España para negociar la unión de los partidos comunistas españoles. Pero El Comunista había sido suspendido, y los principales comunistas estaban en la cárcel. Graziadei se entrevistó con Gonzalo Sanz, del PCE, y con Manuel Núñez Arenas, del PCOE, y organizó un Comité Nacional Comunista con 9 miembros del PCE y 6 miembros del PCOE. Y creó la revista Claridad (que luego se llamó La Antorcha) y puso a su frente a Juan Andrade.  El asunto de la unificación quedó pendiente para el año siguiente.

     Pestaña, de CNT, fue detenido a su regreso de Moscú en diciembre de 1920. Antonio Feliu, secretario general de CNT, y el tesorero de CNT, fueron asesinados por los “libres”. La CNT se debilitaba.

     Repercusión en España del desastre de Annual.

     En medio de este terrible ambiente laboral y político, se produjo el desastre de Annual en la guerra en Marruecos en julio de 1921. El 22 de julio se conocían en España las noticias del Desastre de Annual. Se decía que habían muerto unos 8.000 españoles, aunque posteriormente los historiadores, contando con muchos más datos, elevaron esta cifra hasta los 13.000.

     El Gobierno de España no se creía lo que acababa de pasar.

     Tras el desastre de Annual, Allendesalazar dimitió el 3 de agosto. El hombre que había sido Ministro de Estado en 1909 durante la Semana Trágica, era Presidente del Gobierno durante la derrota de Annual. Las dos veces tuvo que dimitir por causa de Marruecos.

     El Rey se volvió a acordar de Antonio Maura y le pidió un nuevo Gobierno de concentración, lo que sería el 5º Gobierno de Maura.

     Por esos días los conservadores datistas propusieron a Sánchez Guerra como nuevo jefe del Partido Conservador, jefe que, a su parecer, había de presidir un próximo Gobierno. Sánchez Guerra era contrario a la política de Martínez Anido, pero sabía que no se le podía echar de Barcelona, dados los muchos apoyos que tenía. Cambó habló de que 50.000 somatenistas apoyaban a Martínez Anido, y de que era necesario que Allende continuase en Cataluña. En esas condiciones, Sánchez Guerra prefirió no formar Gobierno y sugirió que debía hacerlo Maura, el hombre que estaba de acuerdo con Cambó y Martínez Anido.

         Inicio del informe Picasso

     El 4 de agosto de 1921, Luis de Marichalar Monreal, Ministro de Guerra, nombró a Juan Picasso González juez instructor del caso Annual, pero dando instrucciones para que el caso se quedase en un asunto interno del ejército. No pudo ser, y el asunto se politizó, y salió en todos los periódicos en su momento. Se nombró fiscal del caso a José García Moreno y éste decidió encausar a 39 oficiales, desde un alférez a varios generales como Berenguer, Navarro y Fernández Silvestre, ya presuntamente fallecido. El comité de investigaciones de Annual, debía investigar responsabilidades, salvar a los políticos y culpabilizar a los menos oficiales posibles.

La Cierva, Ministro de Guerra de Maura en el siguiente Gobierno de Maura de agosto 1921 a marzo de 1922, había decidido que Berenguer no fuera tocado en la investigación. Su plan era recuperar primero los territorios perdidos, y luego hacer la investigación de responsabilidades. Cambó propuso recuperar la zona costera, donde tenían sus intereses los del Minas del Rif, y abandonar el resto del territorio. La Cierva quería una conquista gloriosa y total de todo el territorio. La Cierva abandonó a sus amigos, los junteros, y se puso al lado de los militares africanistas. El Rey se negó a cerrar las Comisiones Informativas o Juntas Militares y a restablecer el ascenso por méritos. Sanjurjo, el León del Rif, felicitó públicamente a La Cierva.

     El general Picasso fue obligado a guardar secreto sobre sus conclusiones en la investigación, pero las Cortes reclamaron esa información a través de Indalecio Prieto, que acusaba al Rey y a la cúpula del ejército de corresponsabilidad. El Rey no quería que se publicase que existía mucha corrupción militar, que había desfalcos de dinero en las cuentas de los militares, y que las muertes habidas en Marruecos se debían en gran parte a ineptitud militar, a oficiales que mandaban alegremente a los soldados a situaciones de riesgo para sus vidas, esperando ponerse medallas. De momento, Maura detuvo la publicación del Expediente Picasso. El problema pasó al siguiente Gobierno.

         El juicio de Annual en la calle.

Blasco Ibáñez escribió “Alfonso XIII desenmascarado” acusando al Rey. Pero no había pruebas de que el Rey hubiese dado ninguna orden de conquistar un territorio imposible o muy arriesgado. Tampoco se entendía que el máximo responsable de Marruecos, Berenguer, quedase exento de responsabilidades, sobre todo habiendo decidido reforzar Melilla y no acudir a Monte Arruit donde podía haber salvado miles de vidas.

     Miguel Primo de Rivera, marqués de Estella, opinó que no se debía permanecer en Marruecos pues sólo era una pérdida de dinero y de vidas humanas y fue fulminantemente destituido como Capitán General de Madrid y sustituido por Orozco.

Valeriano Weyler sugirió la responsabilidad de Berenguer respecto a Monte Arruit, y fue cesado como Jefe de Estado Mayor.


[1] Pío Vicente de Piniés Bayona 1875-1943, fue ministro de Gracia y Justicia en marzo de 1921, y de Gobernación en marzo de 1922.

[2] Severino Eduardo Sanz de Escartín, 1855-1939, era el prototipo de pensador católico del momento. Partidario de la colaboración del Estado en legislar sobre el trabajo y en imponer el orden público. de que la autoridad procede de Dios, pero radica en la sociedad, y la soberanía descansa en el Derecho y se fundamenta en la autoridad política. Pensaba que la selección natural había colocado a los mejor dotados en la clase dominante, y a los inferiores en el proletariado, pero que, ni los proletarios tenían derecho a la violencia, ni los privilegiados tenían derecho a dejar de trabajar,  de ayudar al prójimo ni a dejar de ser honrados. Su experiencia como Gobernador Civil de Barcelona en julio de 1899-mayo de 1900, cuando los patronos catalanes hicieron el “Tancament de Caixas” y provocaron la guerra en las calles, le convenció de que la convivencia social no se produciría de forma natural y espontánea, sino debía ser impuesta por la autoridad del Estado. En 1923, le atrajo la idea de un Dictador autoritario, mediador en el conflicto social y colaboró en el Instituto de Reformas Sociales. En septiembre de 1927, colaboró en la Asamblea Nacional Consultiva, cuando todos se rebelaron contra Primo de Rivera al comprender que llevaba connotaciones dictatoriales antidemocráticas. Por eso, en 1931, Sanz de Escartín fue cesado. Hizo campaña contra los excesos republicanos de que los obreros dominasen las empresas, como un gravísimo error. En 1936 estuvo en el bando sublevado y se declaró antimarxista y franquista. Murió en 28 de mayo de 1939, dos meses después de terminada la Guerra Civil. Fuente: Carlos Campo Sánchez, Eduardo Sanz y Escartín: El reformismo de un católico conservador. Miscelánea Comillas. Vol. 69, 2011, nº 134.

[3] Oscar Pérez Solís 1882-1951, cofundador del PCOE en 1921 y del PCE en 1922, fue Secretario General del PCE en 1923. Abandonó el partido en 1928, y en 1933 se afilió a Falange Española. Óscar Pérez Solís 1882-1951 había nacido en Valladolid y había sido militar de artillería hasta 1913. Se hizo del PSOE e intentó criticar al caciquismo vallisoletano, pero le echaron de la ciudad y el PSOE no le secundó. En 1920 pensaba, lógicamente, que el PSOE era inservible y que había que pasar a la III Internacional, redactó el manifiesto de los terceristas, estuvo en el PCO en 1921 y fue secretario general del PCE en 1924-1926. Posteriormente evolucionó de forma no del todo insólita a principios del XX: conoció al padre Gafo, se hizo católico, tomó ideas conservadoras y acabó en movimientos fascistas y franquistas.

[4] Facundo Perezagua Suárez 1860-1935 fue aprendiz en la fábrica de armas de Toledo y llegó a Madrid muy joven, y allí conoció al grupo de Pablo Iglesias en 1879 e ingresó en el PSOE. En 1880, presidía la asociación de obreros del hierro de Madrid, El Porvenir. Estuvo en la Comisión de Reformas Sociales de Moret. Fue despedido de su trabajo y se marchó a Bilbao el 20 de abril de 1885, donde organizó el PSOE y la UGT, entre los obreros de Somorrostro y los metalúrgicos de la margen izquierda del Nervión. En julio de 1886, constituyó la Agrupación Socialista de Bilbao, con unos 20 militantes, y en diciembre de 1886 la Agrupación Socialista de Ortuella entre los mineros. Presidía la Federación Minera de UGT. En agosto de 1888 fue al Congreso Fundacional del PSOE en Barcelona, defendidendo allí la confrontación con la patronal sin excluir llegar a la violencia. Nunca quiso acuerdos con otras fuerzas políticas. En 1890 fundó la Federación Socialista de Vizcaya y en ella pudo agrupar a los mineros, metalúrgicos, y obreros de otros sectores. Sus agrupaciones eran pequeñas y sin apenas influencia. En mayo de 1890 convocó su primera huelga y arrastró a 30.000 trabajadores, lo cual le agradó tanto que inició la táctica de hacer huelgas, no tanto para ganar objetivos, sino para hacer propaganda del partido, y efectivamente, surgieron agrupaciones socialistas en Éibar y en San Sebastián en 1897. Las huelgas fueron fracasos y triunfos, según los distintos años, pero eso no importaba. En 1891 concibió la idea de luchar por las concejalías para agrandar la infuencia del partido, y efectivamente consiguió 4 concejales (3 en Bilbao) logrando él mismo una concejalía en La Arboleda. El Gobierno no les concedió las concejalías argumentando que no eran propietarios. En 1895, abrió una taberna y se presentó a elecciones, o que supuso que le tuvieron que conceder la concejalía. Pablo Iglesias aprendió y se presentó a Madrid en 1905. Perezagua entró en conflicto interno de partido con Indalecio Prieto, pues éste quería alianzas con fuerzas políticas afines, como los republicanos, y Perezagua se negaba a coaliciones. La postura nacional del PSOE fue favorable a Prieto, y se formó una coalición republicana socialista en 1909, y Perezagua se disgustó, y discutió con varios dirigentes socialistas. En 1911, los socialistas pusieron a Indalecio Prieto como cabeza de legislatura, por delante de Perezagua, y preparó una escisión en el PSOE, tratando de separar del PSOE a la agrupación socialista de Bilbao, y fue expulsado en 1915, junto a Ramón Lamoneda, Antonio García Quejido, Óscar Pérez Solís, Daniel Anguiano, que fundaron el PCOE en 1921. Parezagua fue readmitido en el PSOE y, en 1920 encabezó el movimiento tercerista que condujo en abril de 1921 al PCOE.

[5] Ramón Merino Gracia, maestro de escuela que venía de Juventudes Socialistas y tras la fundación del PCE, había visitado Rusia, pero calificado de burgués por los PCE, acabó en PCO. Este individuo se haría más tarde del Sindicato Libre, y luego del Sindicato Vertical franquista. Es un buen ejemplo de la variedad de posturas entre los sindicalistas más duros.

[6] De ahí surgió la costumbre de citar a «las bases».

[7] Ángel Pestaña 1886-1936 había nacido en Santo Tomás de Ollas (León) y era hijo de minero y fue niño minero hasta que en 1914 se fue a Barcelona. Allí conoció a Seguí y se hizo anarquista en 1917. Tras la experiencia soviética, Pestaña se moderaría y pediría la independencia sindical, la lucha abierta y abandono de la clandestinidad y la violencia absurda. Estuvo a punto de conseguirlo en 1930, cuando se entrevistó con Mola para pedir la legalización de CNT. En 1931 sería secretario de CNT y unos de los redactores del Manifiesto de los Treinta. Discrepaba de CNT y decidió no participar en la huelga general contra los sucesos de Llobregat de 1931, por lo que fue expulsado de CNT en 1932. A fines de 1933 proponía un “Partido Sindicalista” que sería una alianza de partidos y sindicatos obreros frente al fascismo, lo cual adelantaba el Frente Popular. En octubre de 1934 fue detenido. En febrero de 1936 fue elegido diputado y salió libre. En julio de 1936 fue detenido por los rebeldes barceloneses. Murió de asma el 11 de diciembre de 1936.

[8] Julio Wais San Martín 1878-1954 fue ministro de Gracia y Justicia en julio de 1921, de Economía Nacional en febrero de 1930 y de Hacienda en agosto de 1930.

Post by Emilio Encinas

Emilio Encinas se licenció en Geografía e Historia por la Universidad de Salamanca en 1972. Impartió clases en el IT Santo Domingo de El Ejido de Dalías el curso 1972-1973. Obtuvo la categoría de Profesor Agregado de Enseñanza Media en 1976. fue destinado al Instituto Marqués de Santillana de Torrelavega en 1976-1979, y pasó al Instituto Santa Clara de Santander 1979-1992. Accedió a la condición de Catedrático de Geografía e Historia en 1992 y ejerció como tal en el Instituto Santa Clara hasta 2009. Fue Jefe de Departamento del Seminario de Geografía, Historia y Arte en 1998-2009.

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