El Gobierno Eduardo Dato, conservador.

              26 octubre 1913 a 06 diciembre 1915

Conceptos clave: Eduardo Dato, el maurismo, la Mancomunidad de Cataluña, el asunto de Portugal en 1914, las elecciones de marzo de 1914, el Partido Liberal en 1914.

     Eduardo Dato Iradier nació en La Coruña en 1856, era hijo de un coronel murciano, y su madre era vitoriana, y estaba casado con Carmen Basterrechea también de Vitoria. Era abogado y entró en el Partido Conservador de Cánovas en 1883. Fue asesor de los Rosthschild. Fue diputado por Murias de Paredes (León) y por Vitoria. Luego se unió a Silvela en 1892 en el proyecto de luchar contra las corruptelas que había generado la Ley del Sufragio Universal. En el Gobierno Silvela de 1899 fue Ministro de Gobernación, e hizo las leyes de Accidentes de Trabajo y de Protección a la Mujer y al Niño. Fue Ministro de Gracia y Justicia en 1902 con Silvela, en el momento en que entraba Maura al partido. Fue Alcalde de Madrid, y luego Presidente de las Cortes en 1907-1909. Apoyó a Maura desde 1903 a 1909, pero disintió de sus formas y política a partir de esta fecha.

     En octubre de 1913 fue Presidente de Gobierno. Fue otra vez Presidente en 1917, e intentó calmar la revolución social y política que se proyectaba aprobando las Juntas Militares de Defensa, lo que fue una claudicación ante el ejército, pero salvó a la postre la rebelión catalana y la socialista. En 1918 fue Ministro de Estado en el Gobierno Nacional de Maura. De nuevo fue Presidente en 1920 y fue autor de la represión en Barcelona. Murió en Madrid en 1921, víctima de un atentado terrorista.

Eduardo Dato era el representante del conservadurismo ortodoxo. Era un hombre capaz, y tenía algunas posibilidades de recomponer el Partido Liberal Conservador. Le llamaban “el hombre de vaselina” porque era suave en el trato con todos. No obstante, sabía tomar decisiones y era enérgico, se plantó ante la huelga revolucionaria de 1917, e hizo frente a las huelgas de CNT en 1920. Era tan fuerte, que CNT decidió asesinarle en 1922, porque les molestaba su política de dureza frente al crimen y la ilegalidad.

         Dato como alternativa a Maura.

     Eduardo Dato Iradier fue el líder conservador escogido en 1913 por Alfonso XIII, para no escoger a Maura, un enemigo personal del Rey.

Los mauristas consideraban a Dato un trepa, porque creían que el jefe de partido era Maura, y que Dato debía haberse negado a aceptar la Presidencia, y haberla pedido para su jefe de filas. Las Juventudes Conservadoras se rompieron entonces dando lugar a un grupo llamado Juventud Maurista, lo que iniciaba el maurismo, que no era ruptura formal del partido pero sí ruptura interna. Capitaneaba estas Juventudes Mauristas, Ángel Ossorio y Gallardo, 1873-1946, un abogado madrileño conservador, católico y monárquico. Y apareció el “maurismo”, una cosa distinta a Maura, aunque tenían como líder a Maura. Los “mauristas” eran en su mayoría jóvenes estudiantes que acusaban a Dato de traidor a los principios del Partido Liberal Conservador, por haber aceptado el Gobierno. El “grupo maurista” integrado por Ángel Ossorio Gallardo de Zaragoza, Gabriel Maura de Santander (los hijos de Antonio Maura eran Miguel y Gabriel), Benito Mariano Andrade de Burgos, Ramón Bergé Salcedo de Bilbao, todos ellos católicos integristas. El grito de los mauristas era: ¡Maura, Sí! En determinada ocasión fueron a hacerle un escrache a Dato en su residencia. Y precisamente ese grito de una noche, se convirtió en los siguientes diez años, en el “Maura, No” que aglutinó a toda la oposición a Maura. Pero el maurismo, como le había ocurrido al Partido Liberal Conservador tras la muerte de Cánovas en 1897, y al Partido Liberal Fusionista desde un tiempo antes, no fue capaz tampoco de elaborar un programa de Gobierno creíble y sostenible a medio y largo plazo. Por eso, fue degenerando en acciones callejeras violentas, desfiles patrióticos y mítines multitudinarios, lo cual hizo perder todo su prestigio a los mauristas y al mismo Maura, que no mereció un final de trayectoria política tan oscura como el que tuvo. Tal vez Maura se dejó llevar por el maurismo, y eso constituyó su mayor fracaso vital.

     Eduardo Dato era más conservador que Antonio Maura. Culpaba a Maura del apartamiento que el Rey había hecho del Partido Conservador en la época 1909-1913, por cabezonería de Maura. Era una cuestión personal entre Maura y el Rey. Los miembros del partido pensaban que Maura quería una dictadura, pero Maura manifestó varias veces que no era la dictadura lo que quería, sino un Gobierno fuerte y capaz de cambiar las cosas de la política.

     Los partidarios de Dato llamaban a los mauristas “arribistas” que sólo buscaban cargos políticos. Los mauristas comenzaron a denominar despectivamente a los seguidores de Dato los «idóneos«. Los mauristas crearon el 30 de noviembre de 1913 su propio grupo o Partido Maurista que se diferenciaba del conjunto del Partido Conservador en no querer a Alfonso XIII.

El tema discutible es hasta qué punto Maura se dejó arrastrar por el maurismo. Maura se dejó arrastrar por el ambiente de sus seguidores, y mereció la mala fama que adquirió, porque empezó a hacer llamamientos a “la verdadera España católica”, “a la España esencial”, una España que debía ser aceptada por todos. Y el maurismo se convirtió en el precedente de Unión Patriótica del dictador Miguel Primo de Rivera, y precedente de Falange Española fundada por su hijo, José Antonio Primo de Rivera.

     Hay que apuntar aquí que, finalmente, Maura defraudó al maurismo. Decidió que él nunca sería un dictador, no llegaría al poder con maneras antiparlamentarias, ni tampoco permitiría que hubiera dictadores. Se declaró demócrata parlamentario. Maura no fue el Mussolini de España, el que Vázquez Mella deseaba para España. Maura buscaba en cambio “Gobiernos Nacionales”, es decir Gobiernos de acuerdo entre todos los partidos, que le permitieran sacar adelante las muchas reformas que pretendía imponer. En este punto, es preciso apuntar la dificultad de que los que estaban siendo dinamitados por Maura en todas las ocasiones en que Maura tuvo participación en el poder, quisieran más tarde pactar un acuerdo de Gobierno con Maura. La figura de Maura, a partir de 1913 es complicada.

La rivalidad entre Dato y Maura, fue determinante en el Partido Conservador hasta el asesinato de Dato en marzo de 1921. Durante ese tiempo, el liderazgo único era imposible, y todo acabó en la disolución de los partidos en 1923 por Primo de Rivera. Maura quería refundar el Partido haciéndole más populista para que tuviera más base. Dato quería el respeto estricto a la ley. Maura era el político de referencia en la prensa. Dato era más oscuro, de menos salir en los periódicos.

     Dato hizo una buena legislación en materia laboral y de seguridad social. Dato era “intervencionista” es decir, partidario de que el Estado interviniera en economía, lo cual escandalizaba a los burgueses catalanes. No era socialista, sino que participaba de las ideas del obispo de Maguncia, Ketteler, y del Papa León XIII.

     Dato fue capaz de convivir políticamente con Romanones, más bien por el esfuerzo de Romanones, pero Maura nunca había sido capaz de acordar nada con Canalejas.

  Gobierno de Eduardo Dato

 en 26 de octubre de 1913.

  Presidencia del Consejo de Ministros, Eduardo Dato Iradier

  Gobernación, José Sánchez-Guerra Martínez

  Estado, Salvador Bermúdez de Castro O`Lawlor, marqués de Lema[1]

  Guerra, general Ramón Echagüe y Méndez Vigo, conde de Serrallo

  Marina, Augusto Miranda Godoy[2]

  Fomento, Francisco Javier Ugarte Pagés / 25 octubre 1915: Luis Espada Guntín

  Hacienda, Gabino Bugallal Araújo conde de Bugallal

  Instrucción Pública y Bellas Artes, Francisco Bergamín García[3] / 11 diciembre 1914: Gabino Bugallal Araújo conde de Bugallal / 4 de enero 1915: Saturnino Esteban Miguel y Collantes conde de Esteban Collantes / 25 octubre 1915: Rafael Andrade Navarrete

  Gracia y Justicia, Francisco Javier González de Castejón y Elío, marqués de Vadillo, ultracatólico, catedrático de Derecho Natural en Madrid / 7 de septiembre 1914: Eduardo Dato Iradier /4 enero 1915: Manuel de Burgos Mazo

     Dato empezó ofreciendo un acuerdo a Maura, pero éste lo rechazó.     Desde entonces, la principal finalidad del Gobierno Dato fue aislar a Maura y quitarle influencia en el partido.

              La Mancomunidad de Cataluña.

     El 18 de diciembre de 1913, Dato autorizó las Mancomunidades Provinciales. Las Mancomunidades de Ayuntamientos ya estaban autorizadas en la Ley de Municipios. Eran mancomunidades exclusivamente administrativas. Dato sabía perfectamente que estaba concediendo la autonomía a Cataluña.

     El Proyecto se había iniciado en 1907, a partir de una idea de Maura de mancomunar municipios españoles para su mejor financiación, y Prat de la Riba lo transformó en 1911 a la posibilidad de mancomunar todos los municipios de Cataluña, y obtener por esa vía su autonomía. En mayo de 1912, Canalejas aceptó la idea de Prat de la Riba, y la presentó a Cortes, provocando muchas discusiones. Pero la Ley fue aprobada por Dato en diciembre de 1913.

Inmediatamente Cataluña decidió aprovechar el Real Decreto de Dato, y el 9 de enero de 1914 los catalanistas publicaron los Estatutos de Mancomunidad de las cuatro provincias catalanas, y el 6 de abril de 1914, Barcelona declaró que toda Cataluña era una Mancomunidad, cuyo presidente era Prat de la Riba. Prat de la Riba dijo que tenían un vaso vacío, que tenían que rellenar, e inmediatamente se puso a crear instituciones catalanas como: Institut d`Estudis Catalans; Servicio de Conservación y Catalogación de Monumentos; Servicio del Mapa Geográfico y Geológico de Cataluña; Junta de Museos de Barcelona; Bibliotecas Populares; Escuela de Bibliotecarios; Laboratorio de Psicología Experimental; Escuela de Administración; Escuela de Trabajo; escuelas técnico industriales, artísticas, de agricultura…

     Otros objetivos de la Mancomunidad de Cataluña, además de la cultura y la educación en materias tecnológicas, eran los económicos como desarrollar sus infraestructuras, su telégrafo y teléfono, y granjas modelo para renovar la agricultura.

Así pues, la Autonomía de Cataluña fue dotada de muchos contenidos, y una vez instaurados, era muy difícil recortarle competencias sin que protestara el pueblo catalán. En 1923, la Dictadura trató de vaciar de contenido la Mancomunidad y el 12 de marzo de 1925 la eliminó. El Dictador no encontró otra manera de recortar, que cortar de raíz.

         La guerra de Marruecos en 1914.

     En Marruecos, los españoles recuperaron el dominio sobre el Rif, y progresaron desde Melilla hasta Fritz – Aixa y Tazarut, y desde Ceuta hacia la región de Larache y la meseta de Sidi Admar El Gastor. Los alemanes ofrecieron hacerse cargo ellos del Rif por 100 años, a través de la empresa Mannesmann. Los hermanos Mennesman se ofrecían como intermediarios entre España y El Raisuni, a cambio de concesiones mineras para los alemanes. España no aceptó el chantaje, pues no se le garantizaba nada frente a El Raisuni. Francia prometió entonces a España toda su colaboración en el Rif, y un ferrocarril que atravesaría toda España, construido por Francia (ferrocarril Francia-Algeciras). Francia desconfiaba de una España que negociaba con empresas particulares la administración de un protectorado. La guerra mundial estaba próxima.

     España era considerada un Estado fallido, al que Francia y Alemania pensaban manejar. Pero el orgullo de los españoles les impidió reconocer la situación real, y prefirieron seguir considerándose la potencia mundial que fueron hasta el siglo XVIII. Demasiados pájaros en la cabeza. Sin contactar con la realidad, era muy difícil salir de la crisis.

              El asunto de Portugal.

     En diciembre de 1913, el Rey visitó Europa: Ya había hecho un viaje en mayo de 1913 sopesando las posibilidades de que España interviniese en un próximo conflicto europeo. Defendía que España sólo estaba dispuesta a intervenir en la guerra por dos razones: la primera era ganar Portugal; la segunda, ampliar territorios en Marruecos. La primera la enfrentaba a Inglaterra y la segunda a Francia. En Francia, el Rey ofreció paz en los Pirineos, acceso a los puertos españoles y libre tránsito por España del ejército francés en África. Francia no aceptó, y Dato se planteó ya la neutralidad. El Rey fue a Alemania y Austria, y tanteó si le dejarían intervenir en Portugal, y no obtuvo éxito. Fue más tarde a Gran Bretaña, que le negó la posibilidad de intervención en Portugal. Fue de nuevo a Francia y volvió a presentar la cuestión de invadir Portugal “en caso de anarquía en el país vecino”, pero Gran Bretaña mandó barcos de guerra a Portugal indicando lo que estaba dispuesta a hacer, y Francia no quiso perder a Gran Bretaña como aliado. Alfonso XIII volvió con las manos vacías. Dato supo que España no tendría aliados, y empezó a pensar en la neutralidad ante un conflicto futuro.

     A principios de 1914, Austria tanteó a Dato sobre su posición en caso de un posible conflicto, y Dato manifestó que no entraría por ninguno de los bandos, y que prefería una coalición mediterránea de España, Francia, Italia, Austria, Albania y Grecia, lo cual era un brindis al sol. Y respecto a Portugal manifestó que España no sería nunca un problema para Portugal, lo que era lo mismo que no decir nada.

              Militarismo de Dato.

     El Ministro de Marina, Augusto Miranda Godoy, 1855-1920, pidió tener submarinos, y el Gobierno encargó uno a Estados Unidos, y otro a Italia.

     El 15 de enero de 1914, Dato autorizó a los militares a hablar con el Rey sin permiso previo del Gobierno, lo cual era voluntad de Alfonso XIII, y todo lo contrario de lo que pensaba Maura. Cualquier militar de alta graduación se podía presentar en Palacio a hablar con el Rey, sin previo aviso, y sin conocimiento del Gobierno de turno. Esta circunstancia es muy importante en la historia de España del siglo XX en cuanto a la autoimagen de los militares españoles.

              Las patronales.

     En 1914 nació en España la Confederación Patronal Española, una patronal que agrupaba a la industria, comercio, agricultura y profesiones liberales y se ocupaba de cuestiones laborales y económicas en relación con los obreros, pero defendiendo la postura de los patronos. Admitía socios colectivos (como federaciones patronales) y socios individuales.

              El Magisterio.

     En 1914 se reformaron las Escuelas Normales unificando las Elementales con las Superiores, y exigiendo en todas ellas cuatro cursos de estudios, al final de los cuales habría una reválida. Se había decidido tener un número abundante de maestros, a costa de la calidad de los conocimientos adquiridos.

         Las elecciones de marzo de 1914.

     El mayor trabajo de Dato en las elecciones de 1914 consistió en que no se le colaran candidatos moderados que más tarde se declararan mauristas, y la manipulación que hizo Dato en cuanto a destitución de Ayuntamientos enteros, procesamientos de Alcaldes, intervenciones de la Guardia Civil para evitar que se votara, fueron excesivos, hasta provocar sucesos violentos. La obsesión de Dato en contra de Maura, presagiaba tiempos malos. Defender la democracia mediante la manipulación de la democracia, no parecía augurar nada bueno. Y gobernar a la contra nunca fue inteligente.

     El desorden político era grande: Los partidos del sistema de Cánovas estaban rotos, y candidatos del mismo partido se presentaban contra “compañeros de partido”. Algunas veces, la agrupación de un pueblo rechazaba al candidato que se le sugería desde Madrid.

     Dato sufría ataques de los mauristas, que pedían la vuelta de Maura como Jefe nato del Partido Conservador, pero Maura había dimitido como jefe conservador, y Dato había asumido la jefatura del partido, y ello eran datos objetivos, si bien no eran irreversibles.

     Hubo elecciones el 8 de marzo de 1914, y salieron elegidos 408 Diputados. Las cifras concretas de Diputados son interpretables, pues había muchos independientes difíciles de clasificar. Por ello, distintos historiadores dan resultados diferentes:

  Partido Liberal Conservador, 214-220 escaños:

     Eduardo Dato Iradier obtenía 188-193 escaños.

     Antonio Maura Montaner,  18-22 escaños.

     Juan de la Cierva Peñafiel,  5 escaños.

  Partido Liberal Fusionista, 122 escaños:

     Álvaro de Figueroa conde de Romanones, 84 escaños

     Manuel García Prieto,  38 escaños.

  Lliga Regionalista, de Cambó:  13-14 escaños.

  Republicanos:

     Unión Federal Nacionalista Republicana – Partido Radical, de Alejandro Lerroux: 11 escaños.

     Partido Reformista, de Melquiades Álvarez, 11 escaños.

     Conjunción Republicano Socialista, de Roberto Castrovido Sanz, 10 escaños.

     Partido Republicano Democrático Federal, de Joaquín Pi Arsuaga[4], 1 escaño.

     Partido de Unión Republicana Autonomista PURA, de Félix Azzati Descalci, 1 escaño.                               1

     Nacionalistas Republicanos de Maciá, 1 escaño.

  Católicos:

     Comunión Tradicionalista de Enrique Aguilera Gamboa, 7 escaños.

     Católicos independientes, del Marqués de Santillana, 5 escaños.

   Independientes, 5 escaños.

     Como Maura y La Cierva podían votar en contra de Dato, se consideraba que éste había perdido las elecciones, pues sólo contaba realmente con 188-193 Diputados, y la mayoría eran 204.

     La Conjunción Republicano Socialista perdió diputados porque, por una parte, se desligó de ella Melquiades Álvarez, el posibilista que trataba de acercarse a los liberales de Manuel García Prieto, y por otra, Lerroux se había ido de la Conjunción.

     En 6 de febrero de 1914 tuvo lugar el Pacto de San Gervasio entre partidos catalanes de Unión Federal Nacionalista Republicana y Partido Republicano Radical de Lerroux, con la finalidad de ir juntos a las elecciones de marzo de 1914, pero la coalición fue un fracaso y se rompió nada más acabar las elecciones. Unión Federal Nacionalista Republicana había sido creada en 1910 por pacto entre Unión Republicana, Partido Republicano Democrático Federal, y Centre Nacionalista Republicá, es decir con los escombros de muchos partidos. Los supervivientes del desastre de 1914, repitieron coalición en 1916, pero UFNR desapareció en 1917. Los obreros catalanes inmigrantes, la mejor clientela de Lerroux, empezaban a militar en CNT, creada en 1910, y ya no le votaban. URFR también perdió votos, porque en otros tiempos había atacado a Lerroux como su peor enemigo, y ahora los catalanes no entendían que fueran juntos a las elecciones.

También Rovira i Virgili fundó Esquerra Catalanista y obtuvo otro fracaso electoral. Los catalanes que consiguieron cierto éxito fueron los de Bloc Republicá Autonomista, coalición de Marcelino Domingo, Layret y Alomar, éxito que les conduciría en 1917 a intentar el Partit Republicá Catalá.

     La primera señal de peligro para Dato se obtuvo en la investidura: Los mauristas no apoyaron la investidura de Dato, sino que se abstuvieron. Dato ganó con sus 183 diputados, pero pesaba sobre él la amenaza de que los mauristas votasen en contra. Éstos insistían en que el jefe moral del partido era Maura, y la situación no tenía salida alguna.

     Respecto a los católicos, había cosas extrañas: en Valencia, los monárquicos carlistas y los monárquicos liberales, se unieron en Coalición Monárquica, y predicaban que no votar a la coalición era declararse revolucionario y ateo. El catolicismo era por lo tanto algo más que una religión.

              Las Cortes de 1914.

     Las Cortes resultaron inoperantes. El verdadero problema de España era si Maura podía gobernar y aplicar sus ideas, o no. Un Gobierno para que no gobernara Maura, no tenía sentido. Casi todos los españoles, las mayorías populares, los republicanos conservadores y muchos liberales estaban con Maura. Pero Maura no supo aprovechar el momento, no supo interpretar la voluntad política de los españoles que, cansados de huelgas, violencia y caciquismo, pedían otro modo de gobernar, y Maura significaba para ellos la posibilidad de un periodo de estabilidad.

     Las sesiones de Cortes subsiguientes empezaron acusando a Dato de manipulación electoral, y de compra de votos, lo cual demostraba el mundo irreal en que vivía el Parlamento español, pues esos asuntos eran una práctica habitual de todos los partidos, y resultaba un asunto secundario frente a los grandes problemas de Estado. No era una acusación falsa, pero era una pérdida de tiempo. No era un tema de peso.

         Crisis del Partido Liberal en mayo de 1914.

     En mayo de 1914 murió Montero Ríos, otro de los viejos líderes liberales, un cacique gallego. A partir de ese momento, se produjo una nueva dispersión entre miembros del Partido Liberal Fusionista:

Manuel García Prieto, 1859-1938, marqués de Alhucemas, yerno de Montero Ríos quiso heredar la clientela de su suegro. Para dominar el partido, tenía que reorganizarlo. Era abogado formado en Madrid, que se colocó en el bufete de Montero Ríos y se caso con la hija de su jefe. Mostró capacidades y en 1888 fue Diputado, en 1905 fu Ministro de Gobernación para Montero Ríos, en 1905 fue Ministro de Gracia y Justicia para Moret, en 1906, fue Ministro de Fomento para López Domínguez, y en 1910 fue Ministro de Estado para Canalejas. En 1910 preparó el Tratado de Paz con Marruecos, y ganó el título nobiliario. El Tratado se ratificó en 27 de noviembre de 1912. Con este currículum, ni es extraño que fuera Presidente en 1917, 1922 y 1930.

Álvaro de Figueroa y Torres, 1863-1950, conde de Romanones, se opuso al liderazgo de García Prieto. Era un gran terrateniente, y un propietario industrial y minero muy importante. Romanones era un experto manipulador de votos, y magnífico cazador de perdices, lo cual era importante en esos años, de cara a hablar con el Rey en las cacerías. El Rey también cazaba, y los Reyes españoles no necesitaron nunca ser buenos tiradores para lograr sus presas. Romanones conocía las inmoralidades que se cometían en la política española, y no pensó en corregirlas, sino en explotarlas en su propio beneficio, tal y como habían hecho Cánovas y Sagasta en años anteriores. Había sido Ministro de Instrucción Pública en 1902 para Sagasta; de Agricultura Industria y Comercio en 1905 para de los Ríos; de Gobernación en 1905 para Moret; de Gracia y Justicia en 1906 para López Domínguez; de Gobernación en 1906 para Vega de Armijo; de Instrucción Pública en 1910 para Canalejas; y Presidente del Gobierno en 1912.

A pesar de toda esta carrera política, Romanones no era un gran hombre de Estado, capaz de arrastras masas y cambiar estructuras del país. Romanones era un regeneracionista: Estaba convencido de que la educación cambiaría el aspecto del país. Era de carácter tolerante y flexible, creía en el diálogo y en el método de la conciliación mediante los acuerdos. Creía que el diálogo podía resolver asuntos tan complicados como el nacionalismo catalán y la cuestión laboral. Fue Presidente del Consejo de Ministros de nuevo en 1915 y 1918.

     Santiago Alba Bonifaz, 1872-1949, era la estrella joven del Partido Liberal Fusionista en esos años. Representaba a los agricultores castellanos. Había sido regeneracionista del grupo de Costa en 1900, y había pedido la reforma agraria y la reforma fiscal. Tenía como enemigos políticos a los catalanistas, que pensaban que iba a acabar con sus privilegios fiscales, y a los conservadores, que pensaban que los agricultores castellanos eran su feudo. No era retórico en sus discursos, no le gustaba oírse mientras hablaba, como era tan frecuente en los políticos de su época. En realidad, despreciaba a los políticos-abogados, capaces de defender cualquier causa y de estar hablando muchas horas por el simple gusto de verse escuchados. También eran enemigos suyos los funcionarios, pues defendía que sobraba la mitad de ellos. No le importaba dialogar con los grupos más de izquierdas, sobre todo con los republicanos reformistas, e intentó dialogar con la Conjunción Republicano Socialista. Nunca logró que el Partido Fusionista adoptara su programa, y en ello, tal vez pesó mucho el que Alba hubiera creado una facción política del partido, denominada Izquierda Liberal Monárquica, llamada vulgarmente ”albismo”. Había sido Ministro de Marina en 1906 para Moret, de Instrucción Pública en 1912 para Canalejas, y de Gobernación en 1912 para Romanones.

         Movimientos cristianos en 1914.

     En 1914, José Domingo Gafo Muñiz 1881-1936 fundó el Centro de Sindicatos Libres, como un sindicato cristiano. Gafo había nacido en Tiós (Asturias) y era sacerdote de la Orden de Predicadores. Había trabajado en el Colegio de Vergara, y allí había conocido al padre Gerard, que le inició en las preocupaciones sociales. Gerard, Gafo y Arboleya son los representantes del sindicalismo cristiano español. Gafo se sentía fuera del juego político y colaboró con la dictadura de Primo de Rivera, y también fue diputado de derechas por Navarra en la Segunda República. El 11 de agosto fue detenido en Madrid y murió el 4 de octubre de 1936.

     En estos días de 1914 se renovó el carlismo por obra de Vázquez de Mella, un gallego muy elocuente que trataba de cambiar el fanatismo estéril mostrado por este partido en el XIX, por una doctrina de una monarquía patriarcal y católica. Defendía que, sin la monarquía tradicional, el regionalismo evolucionaría a separatismo, y había por tanto que combatir el nacionalismo vasco y ponerle fuera de las filas del carlismo. Decía que la idea de la lucha de clases era un legado absurdo del liberalismo, el cual había caído en el error de considerar que las libertades no tenían límite alguno. Pero Vázquez Mella no fue capaz de cambiar el carlismo tradicional del País Vasco y de Cataluña, regionalistas y fueristas.

         La Gran Guerra de 1914.

     Sobre los acontecimientos de la Gran Guerra, desde junio de 1914, hasta el final del Gobierno de Eduardo Dato en diciembre de 1915, hablaremos en otro capítulo extensamente. España se declaró neutral en esa guerra, entre grandes discusiones de todos los grupos sociales, cuyas opiniones eran muy diferentes.

     Los acontecimientos bélicos se iniciaron en agosto de 1914, y España se convirtió en un gran escenario de discusiones de salón a favor de uno u otro de los bandos. España hubiera preferido intervenir en la guerra, pero exigió el domino sobre Marruecos al completo y sobre Portugal, y no se le concedió. Entonces, se declaró neutral.

     Los distintos Gobiernos españoles dejaron manos libres a los especuladores, y muchos españoles hicieron grandes negocios y obtuvieron muy grandes fortunas. Las exportaciones masivas y subidas no racionales de los precios, dejaron a los españoles desabastecidos y pasando mucha hambre. Nadie criticó esa inmoralidad. La banca y la bolsa iban muy bien. Las exportaciones textiles catalanas y metalúrgicas vascas iban de maravilla. Y se creó una burbuja que se desinfló en 1917, con el agotamiento de los beligerantes, a los que se les acababa el dinero para seguir luchando. Y la burbuja estalló por completo en 1919, cuando los beligerantes dejaron de comprar. Entonces se decidió que los que tanta hambre, enfermedades y muertes  habían pasado debido a la escasez y los altos precios impuestos por los poderosos políticos y empresarios, ayudasen a través de los impuestos a los ricos que se estaban arruinando ¿quién necesita películas de ciencia ficción y de surrealismo, teniendo la realidad? ¿ya nadie se acordaba en 1919 de los derroches inmorales en El Paralelo de Barcelona?

              Crisis de febrero de 1915.

     4 de enero de 1915, hubo remodelación de Gobierno:

  Gracia y Justicia, Manuel de Burgos Mazo.

  Instrucción Pública y Bellas Artes, Saturnino Esteban Miguel y Collantes, conde de Esteban Collantes, 1847-1937.

     Estando acorralado Dato entre los diputados castellanos que pedían subvenciones al trigo, y los diputados catalanes que pedían puerto franco en Barcelona, las Cortes ya no le servían de nada, pues no obtenía mayorías, y Dato cerró las Cortes el 12 de febrero de 1915. Permanecieron cerradas hasta 3 de noviembre de 1915, prácticamente todo el año.

     En 1915 se democratizó y descentralizó el PSOE en el sentido de que el Comité Nacional dejó de ser elegido por la Federación Madrileña, para ser elegido por militantes de toda España.

     De 1915 a 1924 se publicará la revista semanal “España. Semanario de la vida nacional” dirigida por Ortega y Gasset y financiada por Luis García Bilbao en la que colaboraron Ramiro de Maeztu, Pío Baroja, Eugenio d`Ors, Ramón Pérez de Ayala, Valle Inclán, Unamuno, Azaña, Antonio Machado, Rivas Cherif, Luis Bello, Benavente, Moreno Valle, Álvaro de Albornoz, Araquistain, Marcelino Domingo… en 1916 sería dirigida por Luis Araquistain, y en 1922 por Azaña. Su ideología era liberal, nacionalista española, regeneracionista. Cayó por problemas financieros.

     En 1915 hubo numerosísimas huelgas en España. La causa era la subida de precios. Estas huelgas eran muy espontáneas y poco organizadas, y los españoles se dedicaban a asaltar tahonas, abandonando al poco, en cuanto habían comido. Se producían en cualquier ciudad. Muchas veces eran protagonizadas por mujeres. No se pueden atribuir a ningún sindicato en concreto.

              Un catalanismo absurdo.

     Desde febrero de 1915, y hasta noviembre del mismo año, los empresarios catalanes Luis Ferrer-Vidal Soler, Lluis Alfons Sedó i Guichar, y Carlos de Camps y de Orzinelles Marqués de Camps, pidieron diálogo al Gobierno para negociar ventajas para los exportadores catalanes. Todavía en esos días creían que el comercio se hundiría, y que los empresarios necesitaban ayuda del Gobierno de España. A los pocos meses, se produciría el fenómeno contrario, que los beligerantes lo compraban todo al precio que les pidieran. Entonces, a pesar de que Santiago Alba les pidió una parte de sus ganancias para ayuda al problema de la deuda del Estado, los empresarios catalanes y vascos se negaron en redondo a poner dinero.

     Pero Francésc Cambó, Joan Ventosa Calvell, y Pedro Rahola Molinas, querían enfrentamiento con Dato y no conversaciones. Ello produjo una ruptura entre catalanes, los unos dialogantes y los otros rupturistas. Los dialogantes rompieron las conversaciones con Dato en junio de 1915, porque no estaban consiguiendo nada en subvenciones, y ese fue el momento que aprovechó Cambó desde Lliga, para convocar a los liberales Carlos de Camps, Josep Roig i Bergadá, y al republicano Pedro Corominas, a una gran manifestación popular en Barcelona para pedir un puerto franco para Barcelona. Si no pagaban impuestos de exportación y vendían a precios triples o más de los habitual, el negocio sería fabuloso, como lo fue hasta finales de 1917.

     Los catalanes se aprovechaban de que los liberales españoles estaban contra Dato. El Conde de Romanones y García Prieto habían firmado una alianza para acabar con Dato y formar un Gobierno nuevo que presidiría Romanones.

         El final del Gobierno Dato.

     25 de octubre de 1915, hubo una última remodelación de Gobierno: Instrucción Pública y Bellas Artes: Rafael Andrade Navarrete.

     En 3 de noviembre de 1915 se abrieron las Cortes, que habían estado cerradas desde febrero. Dato necesitaba el presupuesto de 1916. No se le aprobó, y prorrogó el presupuesto de 1915, lo cual se podía hacer por una sola vez.

     Ramón Echagüe y Méndez-Vigo, conde de Serrallo y Ministro de Guerra, presentó una reforma del ejército que creaba el Estado Mayor Central para coordinar las reformas que pensaba hacer en el ejército, reducía los mandos militares rebajando la edad de jubilación y modificaba la Ley de Recompensas. Necesitaba mucho dinero para poner en marcha esta ley.

La oposición le pidió una visión más amplia de la economía, y le dijo que España pasaba hambre, y que debía haber menos de gastos militares. Los liberales, los demócratas, los republicanos y los socialistas dijeron que lo prioritario era aprobar unos presupuestos para 1916. Para ello, sólo quedaban 60 días, y la labor era difícil. Los catalanes iniciaron una labor de obstruccionismo político hasta que les concedieran sus peticiones.

El 3 de diciembre de 1915, Romanones y Dato acordaron que hubiera doble sesión diaria de Cortes. Por la mañana se considerarían los presupuestos militares, y por la tarde se discutirían los presupuestos del Estado. Entonces, los demócratas se opusieron, y dijeron que no se discutiría de proyectos militares hasta que no hubiera presupuestos para 1916.

El 6 de diciembre de 1915, Romanones forzó la crisis del Gobierno, pues pidió negociar en Cortes los Presupuestos de 1916, pasase lo que pasase. Dato sabía que no tenía mayoría en Cortes, y dimitió. Los periódicos decían que era la «dimisión del susto». Pero lo que pasaba era que los regionalistas, liberales y ciervistas estaban pidiendo la dimisión de Dato.

              El PSOE en 1915.

     En 1915 hubo Congreso del PSOE en Madrid. Julián Besteiro, catedrático de lógica, era el Presidente de la Agrupación Madrileña y parecía ser el preferido de Pablo Iglesias dado que Núñez de Arenas era demasiado joven, e Isidoro Acevedo[5] no vivía en Madrid, Jaime Vera ya era demasiado viejo y morirá de hecho en 1918. Pablo Iglesias caerá enfermo y ya jugará un muy pequeño papel hasta su muerte en 1925.

     En 1915, el PSOE se planteó dos temas, su postura frente a la guerra, y la postura frente a la Conjunción Republicana Socialista. Eran temas meramente coyunturales, de estrategia política, y de importancia muy secundaria. Era más importante lo que no se planteaban: habían perdido la brújula marxista de análisis de la realidad, y se dejan sin estudiar un programa de partido frente a los verdaderos problemas del proletariado, la subida de precios, el papel de los salarios en las ganancias de la guerra, el papel del Estado en la redistribución de esas ganancias, y alza o baja del poder adquisitivo de la clase trabajadora.

     En los problemas que discutieron en 1915, Iglesias y Besteiro se mostraron aliadófilos pero neutralistas y el Congreso decidió: Condenar el capitalismo como causa de la guerra, pero apoyar moralmente a Francia y Gran Bretaña como políticas más propicias a la causa obrera. Continuar en la Conjunción Republicano Socialista. Que Pablo Iglesias recuperara la presidencia de El Socialista. Dar la razón a Indalecio Prieto en su disputa en Vizcaya frente a Facundo Perezagua, que sería expulsado del partido poco más tarde. Vizcaya volvería al PSOE en 1919. Nombrar un nuevo Comité Nacional con: presidente, Pablo Iglesias; vicepresidente, Besteiro; Secretario, Anguiano, y para actas Nuñez Tomás; vicesecretario, Saborit; vocales, Virginia González, Largo Caballero, Torrent, Toribio Pascual, Araquistain, Pereira.


[1] Salvador Bermúdez de Castro O`Lawlor, marqués de Lema y duque de Ripalda, 1863-1945, fue ministro de Estado en siete ocasiones, octubre de 1913, junio de 1917, y julio de 1919, diciembre de 1919, mayo de 1920, marzo de 1921 con Bugallal, y marzo de 1921 con Allendesalazar.

[2] Augusto Miranda Godoy, 1855-1920, militar de marina, fue ministro de Marina en octubre de 1913, diciembre de 1915, abril de 1917, julio de 1918 y abril de 1919. se le recuerda especialmente por la Ley Miranda de 17 de febrero de 1915.

[3] Francisco Bergamín García 1855-1937, fue ministro de Instrucción Pública en octubre de 1913, de Gobernación en 1920, de Hacienda en 1922 y de Estado en 1922.

[4] Era hijo de Pi y Margall.

[5] Isidoro Rodríguez González, 1867-1952, alias Isidoro Acevedo, fue un tipógrafo asturiano que en 1886 ingresó en la Asociación Madrileña del Arte de Imprimir y en Nueva Federación Madrileña, la socialista. Ejerció varios cargos en la directiva del PSOE y en El Socialista. En 1898 fue a Santander y editó La Voz del Pueblo, para organizar un grupo socialista en Santander. En 1905, pasó a Bilbao y se hizo cargo de La Lucha de Clases, con el mismo fin. En 1910 organizó una gran huelga en Bilbao. En 1910, pasó a Oviedo y dirigió La Aurora Social, y en 1911 organizó otra huelga minera, pero el resultado fue la ilegalización de CNT y de UGT, y se dio cuenta del error que habían cometido, pues la difusión del socialismo en la clandestinidad resultaba muy difícil y hasta negativa. Aconsejó a Pablo Iglesias el abandono de las tácticas agresivas “revolucionarias” por ser contraproducentes. En 1917, fue uno de los organizadores de la gran huelga general revolucionaria y teorizó que la falta de carbón en toda España, y la huelga de los ferroviarios, conducirían a unas condiciones objetivas de toma del poder por el proletariado. Pero se equivocó. En 1921 se pasó al PCE, y dirigió La Aurora Roja, para los comunistas. En 1922 visitó la URSS. Fue miembro de la directiva del PCE en 1922-1936, y en 1939 huyó a la URSS.

Post by Emilio Encinas

Emilio Encinas se licenció en Geografía e Historia por la Universidad de Salamanca en 1972. Impartió clases en el IT Santo Domingo de El Ejido de Dalías el curso 1972-1973. Obtuvo la categoría de Profesor Agregado de Enseñanza Media en 1976. fue destinado al Instituto Marqués de Santillana de Torrelavega en 1976-1979, y pasó al Instituto Santa Clara de Santander 1979-1992. Accedió a la condición de Catedrático de Geografía e Historia en 1992 y ejerció como tal en el Instituto Santa Clara hasta 2009. Fue Jefe de Departamento del Seminario de Geografía, Historia y Arte en 1998-2009.

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