GOBIERNO MAURA EN 1909.

Conceptos clave: elecciones municipales de 1909, Guerra de África en 1909, dimisión de Maura, ACNP, carlismo.

              Nuevas Leyes de Maura en 1909.

     Maura continuó durante ttodo su Gobierno de 1907 a 1909 con una producción de Leyes muy numerosa, de entre las que destacamos en 1909:

     El 27 de abril de 1909, por la Ley de Asociación y Huelga, o Ley de Huelgas y Coligaciones Maura concedió el derecho de asociación y de huelga por motivos profesionales. El derecho de asociación competía tanto a los patronos como a los obreros. La única salvedad era que cuando se tocaban temas como transporte público o abastecimiento de mercados, la huelga debía ser anunciada con cinco días de anticipación.

     Ley sobre el Magisterio de 3 de junio 1909, estableció Inspectores de Magisterio y condiciones para ser Profesor en las Escuelas de Magisterio.

Ley de repoblación.

Ley de sanidad y beneficencia.

     La Ley de Protección a las Industrias y Comunicaciones Marítimas de 14 de junio de 1909, daba ayudas a la marina mercante española. El proteccionismo beneficiaba a los textiles catalanes, siderurgia vizcaína, carbón asturiano y cereales de Castilla, que se vendían mejor en el mercado interior gracias a las limitaciones impuestas por el Estado español, pero perjudicaba a la viticultura, fruta y minería que veían restricciones a sus exportaciones y que notaban que los altos precios generados en el interior por el proteccionismo, restaban poder adquisitivo a los españoles para comprar esos productos. Los sectores más poderosos y menos competitivos eran los que se imponían en la política española con la excusa de que ellos eran los verdaderos representantes de la economía española.

     El cambio a una economía limpia, de libre competencia y calidad de productos era muy difícil. Implicaba un sentido de la moralidad que los burgueses y clero católico no querían entender. Por ejemplo, La Cierva creía que el cambio que necesitaba España consistía en moralizar el país, y para ello castigaba a los homosexuales, cerraba a hora temprana los bares, teatros y restaurantes, y trataba de imponer costumbres “cristianas”. Se había cambiado un tipo de moralidad por otra.

Maura creía que la Iglesia y el Estado debían convivir separados, pero no se atrevía a prescindir de los integristas católicos, y ello significaba no emprender reformas positivas como la eliminación de privilegios católicos. El integrismo católico, es la idea de los que no conciben otro reino sino el de Dios y creen que el Estado debe subordinarse a él. Maura llegó a ser odioso ante los ojos de Unamuno por las muchas contradicciones de este tipo en que se desarrolló su política. Y Unamuno era católico.

     El 14 de junio de 1909 se creó la Caja Postal de Ahorros para captar el ahorro de los pequeños impositores rurales en libretas de ahorro y financiar al Estado. Este organismo será importante en 1960 para esa misma función. La Caja Postal de Ahorros era un banco presente en todas las oficinas de correos, incluso en los pueblos más pequeños. Se podía depositar dinero en una cartilla y disponer de él en cualquier momento. Cualquier cartero facilitaba dinero a un viajero con sólo presentar una cartilla de la entidad bancaria Caja Postal de Ahorros, garantizada por el Estado. Ello permitía a los vecinos de pueblos pequeños viajar sin dinero, y realizar pagos lejos de su pueblo, reponiéndolo después al llegar a su residencia. La Caja Postal de Ahorros desapareció en 1991, tras muchos buenos servicios a los españoles, cuando ya era innecesaria, pues el sistema bancario privado ya atendía en todos los lugares de España.

         La campaña contra Maura.

     En febrero de 1909, Moret se declaró en contra de la Ley de Administración Local. Dijo estar en contra de las Mancomunidades, aunque aceptaba el resto de la ley.

     En marzo de 1909 se empezaron a buscar escándalos contra Maura. Juan Sol y Ortega, un líder republicano radical, del Partido de Lerroux, convocó una manifestación contra Maura y empezó a difundir que los Ministros estaban implicados en negocios sucios de compra de hierro para barcos, y que por eso, habían aprobado la Ley de la Escuadra. Acusaba al Gobierno de Maura de corrupción, de adjudicar fraudulentamente la construcción de la escuadra a Sociedad Española de Construcciones Navales, y no a Casa Ansaldo. Pero investigaciones posteriores concluyeron que Ansaldo daba peores condiciones, por lo que la acusación no parece que tuviera fundamento real. También acusaba a Maura de beneficiarse con las obras del Canal de Isabel II (aguas potables de Madrid) cuando contrató a la Sociedad Hidrográfica para abastecer agua a Madrid, en vez de a Canal de Lozoya.

     No había motivos reales para la campaña, pero el efecto periodístico se consiguió, y empezó a caer la popularidad de Maura. Las acusaciones eran falaces, y ningún político importante las secundó, ni siquiera los republicanos.

     Maura podía haber salido muy airoso del lance, con sólo resistir, pero a partir de ese momento cometió los más graves errores de su vida política. Los veremos a continuación. Y todos ellos en medio de una feroz campaña del ¡Maura, no!

         Las elecciones municipales de mayo de 1909.

     Un primer error fue utilizar masivamente el caciquismo, más grave en un político que había defendido en su juventud que el caciquismo era un mal a errdicar. Maura teorizaba que utilizando una sola vez el caciquismo, podría implicar a las clases medias en la política municipal, y a partir de ahí, se regeneraría la politica.

     El 2 de mayo de 1909 hubo elecciones municipales y se pudo comprobar que el artículo 29 de la ley de 1907 era contraproducente, pues no incorporaba a burgueses medios y pequeños al sistema, sino que el caciquismo favorecía a cualquier fuerza política, como siempre había sucedido. El caciquismo no era manipulable desde el Gobierno. El artículo 29 decía que, cuando en una circunscripción sólo se presentaba un candidato, no se celebraban allí elecciones, y se proclamaba directamente a ese candidato.

     Apareció en Cataluña una nueva fuerza política: En 1907, Alejandro Lerroux había sido expulsado de Unió Republicana Federal, y en 6 de enero de 1908, Lerroux había creado el nuevo Partido Republicano Radical. Era la derecha de los republicanos de Solidaritat. A Maura le interesaba debilitar a la izquierda republicana catalana, y utilizó a Lerroux.

     En julio de 1909 apareció Esquerra Catalana como coalición de Unió Republicana, Partit Republicá Democrátit Federal, y Centre Nacionalista Republicà. Eran la izquierda de Solidaritat. Esquerra Catalana evolucionaría en abril de 1910 a Unió Federal Nacionalista Republicá. La coalición fue un fracaso, y en 1911, Centre Nacionalista Republicà, se alió a Conjunció Republicana Socialista, la cual era dominada por el Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux.

     Las claves de todos estos complicados movimientos políticos catalanes, eran que Antonio Maura y Francesc Cambó pretendían acabar con Solidaritat. Cambó colaboraba cada vez más con Maura porque obtenía más beneficios para los empresarios. También hay que tener en cuenta que Salmerón murió, y con ello se perdió un líder popular, que Solidaritat se olvidó de los obreros y que Lerroux era un populista con fácil discurso y sin escrúpulos de ningún tipo, y su objetivo era ganar y ganar votos, y tenía métodos de propaganda que desconcertaron a los viejos partidos.

     En Madrid, Maura perdió netamente, pues salieron 12 concejales republicanos, 5 conservadores (Maura), 3 de Defensa Social, 1 liberal y 1 demócrata.

         La guerra de África de junio de 1909.

     Tras el error de las elecciones de mayo, Maura cometió otro error mayor en junio, el error político más grave de su vida:

     El 11 de junio de 1909, Maura ordenó el reclutamiento general para la guerra en África. Fue un error tan grave, que le dedicamos una entrada específica en “La Guerra de Marruecos en 1908-1909”. Maura quedó desprestigiado como político para el resto de su vida. Todos sabían que era un hombre de valía, pero nunca se le perdonó este error. Tras los errores de la Ley de Jurisdicciones, la utilización del caciquismo a favor de Lerroux, y el fracasado Proyecto de Ley Antiterrorista, que más o menos justificaba la implantación de una dictadura o un Gobierno autoritario muy similar a una dictadura, la campaña contra Maura se había hecho fácil. El conjunto de estos errores dejan un saldo muy negativo de la persona de Maura, que podría haber sido de gran valía por su alto nivel intelectual, y así se lo reconocían sus contemporáneos.

     Otro personaje desprestigiado en 1909 fue Lerroux: Tras 1909, ante los sucesos de la Semana Trágica, los obreros comprobaron que Lerroux no era más que un demagogo, y le abandonaron. El éxito de Lerroux en 1906-1909 se venía abajo. Lerroux aprovechó el momento de desgracia para hacer soflamas anticlericales, pues creía que muchos españoles eran anticlericales, y no convenció a nadie.

     Otro fracaso fue la posible coalición de Maura con Cambó, cuyo proyecto se había arruinado también en 1909.

         La caída de la popularidad de Maura.

     En agosto de 1909, el Gobernador de Barcelona, Ángel Ossorio, fue considerado demasiado prudente y condescendiente en los sucesos de la semana Trágica, y fue sustituido por Evaristo Crespo Azorín, impetuoso y sin tacto político, el cual llegó a Barcelona el 6 de agosto. El nuevo Gobernador mostró su impericia al tomar unas medidas absolutamente fuera de tono, como detener a los más conocidos líderes populares para ser juzgados. La teoría era que había que encontrar culpables a toda costa, y aplicar penas duras amparándose bajo la Ley de Jurisdicciones. Los Consejos de Guerra decidieron cinco condenas a muerte: El 17 de agosto se fusiló a José Miguel Baró, republicano nacionalista catalán, el 28 de agosto a Antonio Malet, el 13 de septiembre a Eugenio del Hoyo, guardia de seguridad que se había alineado en las barricadas, el 4 de octubre a Ramón Clemente García, un pobre disminuido mental incendiario de conventos y profanador de cadáveres, y el 13 de octubre a Francisco Ferrer Guardia, el director de la Escuela Moderna.

     El caso Ramón Clemente García también fue escandaloso: Ramón era un chico de 22 años, disminuido mental, empleado de una carbonería de Barcelona, que había entrado en un convento con los amotinados y habían abierto tumbas. Ramón cogió una momia de una monja y se puso a bailar con ella en la calle, en medio del alborozo de la multitud. Ese gesto le costó la vida.

     Francisco Ferrer Guardia, 1859-1909, nació en Alella, cerca de Barcelona, marchó a Barcelona en 1873 a los 14 años, y se hizo republicano federal del grupo de Ruiz Zorrilla. En 1886 intentó un pronunciamiento en Santa Coloma de Farnés, y tuvo que exiliarse a Francia, donde se hizo masón de Le Grand Orient de France en 1890. Ferrer era un republicano entusiasta y estaba dotado del don de la palabra, y también era un mujeriego impenitente que vivía del dinero de las mujeres. Daba algunas clases de español, y conoció como alumna a Ernestine Meunier a la que habló de una escuela libre en la enseñanza, independiente del Estado y de la Iglesia. Con el dinero de su alumna, compró un edificio en la calle Bailén de Barcelona y fundó la Escuela Moderna en 1892. En esos días, su mujer intentó matarle de un tiro, pero falló.

En la Escuela Moderna se defendía la violencia y el anarquismo. Ferrer acumuló una cierta cantidad de dinero, y fundó una editorial y un centenar de sucursales de su Escuela Moderna en Barcelona y Valencia, para difundir ideas anarquistas.

     En 1906, Mateo Morral, profesor de la Escuela Moderna, hizo un atentado contra Alfonso XIII, y la Escuela fue clausurada, y Ferrer fue encarcelado y juzgado como cómplice. Ferrer fue absuelto por falta de pruebas, pero su culpabilidad era patente para todos, aunque no se pudiera probar. En contra de Ferrer actuaba el que casi todos los criminales terroristas habían pasado por su Escuela, o habían leído publicaciones de la Escuela Moderna, pero Ferrer siempre salía bien de los juicios porque tenía buenos abogados.  Al salir de la cárcel, Ferrer se marchó a Francia, y en 1909 estuvo en Londres.

     En junio de 1909 fue a Barcelona y estuvo allí durante la Semana Trágica de julio. Ferrer había estado en la Quinta Mongat, de su propiedad, y no en las barricadas. Pero se le acusó de incendiar el convento de Premiá. Quiso huir y se marchó a su pueblo, Alella, donde fue detenido, apresado el 1 de septiembre de 1909 y llevado a la cárcel de Alcañiz (Teruel).

     En septiembre de 1909, dio comienzo en el extranjero una campaña de prensa a favor de Ferrer, y no de los demás apresados y fusilados. La llevaba L`Humanité de Francia, y este periódico presentó a Ferrer como un mártir de la libertad de pensamiento, un héroe. La imagen que trasmitía este periódico contrastaba con la realidad de un hombre fanático, poco inteligente y muy engreído.

Se le hizo Consejo de Guerra el 9 de octubre, se le incautaron todos sus bienes (la organización anarquista perdió por tanto mucho dinero), se le condenó el 11 de octubre y se le fusiló en Montjuich el 13, por delito de rebelión militar.

Hubo mítines y protestas en las principales ciudades de Europa. No se había podido probar que hubiera participado en las revueltas de 1909. La verdad era que nadie quería juzgar los verdaderos hechos. A los gobernantes españoles les venía bien el ajusticiamiento de unos pocos, inocentes o no, y que el escándalo tapase todo lo ocurrido anteriormente. En las campañas periodísticas extranjeras, se consideraba que Ferrer era un gran pensador español y defensor de las libertades, e incluso le levantaron una estatua. Ninguno estaba por la verdad.

     Se considera que los hechos de 1909 fueron importantísimos para que los obreros se coaligasen en el sindicato CNT, en 1910, fecha de fundación del sindicato anarquista.

     La muerte de Ferrer significó la oportunidad de Lerroux para acceder a la gran política, a nivel nacional: Tras la muerte de Salmerón, se rompió el Bloque de Izquierdas que desde 1908 integraba a los liberales de Moret y a los republicanos. En 1909 se formó una coalición contra Maura integrada por republicanos y socialistas, en la que se negó a entrar el republicano radical Lerroux. Este proyecto político fracasó en las elecciones de 1910, lo que conllevó el triunfo definitivo de Lerroux, que se convirtió en un líder importante ya para mucho tiempo. La Conjunción Republicano Socialista siguió existiendo hasta 1919 e incluso parecía poder reforzarse en 1912 cuando se creó el Partido Republicano Reformista en 1912 e intentó entrar en la Coalición. Pero era un simple acuerdo para ir juntos a las elecciones y garantizar los escaños de Pablo Iglesias y Melquiades Álvarez al frente de un grupo parlamentario de unos 30 diputados. La Conjunción tenía como punto débil la falta de ideas en común y, por tanto, de un programa político. Funcionaba rigiéndose por un Comité Nacional integrado por un representante de cada aliado, Comité que fijaba acuerdos mínimos de estrategias del grupo parlamentario.

              Dimisión de Maura.

     El 15 de octubre de 1909 se reabrieron las Cortes. Maura confiaba en que los liberales respetasen el Pacto de El Pardo, y en que no atacasen al Gobierno por los sucesos de julio y fusilamientos de agosto y septiembre. El último había tenido lugar el 13 de octubre.

     En 18 de octubre de 1909, los liberales, y en concreto Moret, culparon a Maura de todos los desórdenes habidos, y de la falta de realismo en el tema de la represión de las huelgas de Barcelona y en el tema de Marruecos. Acusaban a Maura de brutalidad en Cataluña y desorganización en Marruecos. Pidieron la dimisión de Maura. Los liberales y demócratas abandonaron el parlamento rompiendo el Pacto de El Pardo.

     Esa pretendida falta de realismo de Maura es discutible, pues el anarquismo estaba dividido en múltiples facciones, y no todos los anarquistas aceptaban el pedagogismo de Ferrer Guardia, que trataba de dirigir mentes, como algo propio de la libertad anarquista. Por ejemplo, discrepaba Ricardo Mella 1861-1921, nacido en Vigo. Las facciones del anarquismo eran muchas y se podía actuar con unas y con otras. Ferrer Guardia fue un suceso aprovechado políticamente por otros grupos.

     20 de octubre, Juan de la Cierva Peñafiel acusó a Moret de la responsabilidad administrativa en el atentado contra Alfonso XIII de 31 de mayo de 1906, cuando Moret era Ministro. Maura saludó a La Cierva dándole la mano, y los Diputados entendieron que estaba de acuerdo con lo manifestado por el Ministro. Hubo escándalo en el hemiciclo.

     El 21 de octubre, Moret dijo que rompía relaciones con el Gobierno de Maura. Los periódicos liberales airearon el escándalo del dái anterior en las Cortes.

     El 21 de octubre Maura fue a ver al Rey para proponerle no ceder a chantajes, y aprovechar la ocasión para acabar con ciertos grupos violentos de izquierda y, para ello, pediría disolución de Cortes a fin de hacer otro Gobierno más fuerte. Cuando pidió la disolución, el Rey, sin dejarle hablar, le aceptó la dimisión y le despidió. Maura se quedó atónito. Maura no le perdonó nunca al Rey esta falta de cortesía, y falta de energía frente a los alborotadores. El Rey explicaba que se había incorporado al ¡Maura no! Para evitar una guerra civil, lo cual no era aceptable como explicación. Algunos buscan otra: que Alfonso XIII creía que Maura le hacía sombra. María Cristina y Cambó, creían que Maura debía continuar.

Maura salió de la entrevista con Alfonso XIII llorando a moco tendido. Se sentía defraudado porque una campaña de prensa extranjera, y unos pocos diputados españoles moviesen al Rey de España a actuar. Pero Maura no había reaccionado contra la prensa extranjera en agosto, ni tampoco había reaccionado contra los ataques de Moret ese día 21 de octubre. Quizás fue un error, pues el silencio fue interpretado como cobardía.

El 21 de octubre de 1909 se publicaba oficialmente el cese de Maura.

El Rey no debió expulsarle por motivos banales, porque la monarquía estaba en horas bajas y estaba expulsando a su principal valedor. El 25 de octubre, Maura declaró su hostilidad implacable contra Moret para en adelante. Siendo Moret el Presidente del siguiente Gobierno, el panorama político español se preveía turbio.

         Agrupaciones católicas en 1909.

     En 1909, el sacerdote jesuita Ángel Ayala Alarcó fundó Asociación Nacional de Jóvenes Propagandistas, luego llamada Asociación Católica Nacional de Propagandistas, ACNP. Sus órganos de expresión eran La Gaceta del Norte y El Debate, periódico que adquirieron en propiedad.

     Su primer Presidente fue Ángel Herrera Oria, el cual se ordenaría sacerdote en 1940.      Ángel Herrera Oria, 1886-1968 había nacido en Santander y había estudiado en Valladolid y Deusto derecho, licenciándose en Salamanca. En 1931 fundaría Acción Nacional, que luego se llamaría Acción Popular. En 1933 era presidente de la Junta Central de Acción Católica Española. El 28 de julio de 1940 se hizo sacerdote en Friburgo (Suiza) y en 1943 era coadjutor de la parroquia de Santa Lucía en Santander. Fundó Biblioteca de Autores Cristianos. En 1947 le hicieron obispo de Santander. Ese mismo año pasó a obispo de Málaga. En 1965 sería nombrado cardenal. Las campañas de este señor defendían la enseñanza católica y la enseñanza del catecismo en las escuelas. Era de un socialismo paternalista, de ayudar a los obreros exigiéndoles sumisión, que llamaba “cristiana”.

     ACNP era una asociación “discreta”, lo que en lenguaje de lao católicos significa que sus miembros no se daban a conocer al público. Era lo mismo que la masonería, pero a favor de la Iglesia Católica.

ACNP era una asociación elitista, de seglares de muy alta preparación, no más allá de 600 ó 700 en los mejores tiempos, que debían favorecer las ideas cristianas desde sus puestos en la judicatura, la prensa, la Universidad, los Institutos de Enseñanza Media, los hospitales, la gran empresa industrial y agrícola, los grandes partidos de la derecha o cualquier institución compatible con la existencia del catolicismo. Tenían libertad de pensamiento, excepto en los dogmas católicos y las ideas básicas que el líder decía. Tenían el deber de asumir los cargos de relevancia que la dirección creía convenientes, y para ello, debían estar dispuestos a cambiar de residencia y de trabajo. Y estuvieron presentes en las instituciones y Gobiernos españoles durante todo el siglo XX. Su época de mayor influencia se produjo en 1945-1954, en la que predominaba el pensamiento fascista. Pero su libertad y pluralidad de dedicaciones, les llevó a la crítica del franquismo hacia 1954, y su obediencia al Papa y al Concilio de 1962-1965, les condujo al liberalismo y al diálogo con el comunismo, de donde surgió una facción comunista en los seminarios diocesanos y Universidades Pontificias, Cristianos para la Democracia. Entonces, Franco les relegó a un lado, y se apoyó en el Opus Dei, más anticomunista y franquista que ACNP.

ACNP será importante posteriormente por crear Confederación Nacional de Estudiantes Católicos, Juventud Católica en 1925, Democracia Cristiana en 1926, Acción Católica en tiempos de la República, el colegio mayor San Pablo en Madrid, y el Instituto Social León XIII.

 El carlismo de los años previos a la Guerra Mundial.

     En junio de 1909, Matías Barrio Mier enfermó y murió, dando paso a un nuevo jefe carlista llamado Bartolomé Feliú, navarro, catedrático de Física de la Universidad Central.

     El principal problema a que se enfrentó Feliú fue la muerte del pretendiente Carlos VII en julio de 1909. También Cándido Nocedal había muerto en 1907. El carlismo debía renovarse forzosamente.

     Carlos VII dejaba a Jaime III (1870-1931) como pretendiente al trono español. Jaime había luchado con los ejércitos zaristas rusos en la guerra de los boxers chinos de 1900. Era soltero y nunca se casó.

     En 1911, Salvador Minguijón, catedrático de Zaragoza, propuso la unión del carlismo con las derechas a partir de un programa “mínimo” en común. Los partidarios de esta idea fueron llamados “minimistas”. Vázquez Mella se opuso siempre al minimismo. En Cataluña, los carlistas trataban de acercarse a Lliga, el partido dominante.

     El segundo problema de Bartolomé Feliú fue que el Secretario Político del partido, Juan Vázquez Mella, estaba enfrentado con él e incluso logró derribarle en 1912.

     En 1912-18 volvió a ser jefe del partido carlista Enrique de Aguilera Gamboa, marqués de Cerralbo, pero con gran poder y autonomía de los jefes de las juntas regionales y provinciales.

     Esta nueva estructura casi federal del carlismo, dio lugar a la creación de muchos grupos paramilitares, que preparaban una guerrilla urbana. Los más importantes de estos grupos eran el requeté, para niños de 12 a 17 años,y las juventudes carlistas. para edades mayores de 17 años. El entrenador de estas bandas paramilitares era el general valenciano Joaquín Llorens.

     El requeté ya existía de hecho desde 1909, cuando había luchado en Barcelona contra las bandas republicanas de Lerroux que quemaban iglesias durante la Semana Trágica. También habían actuado violentamente contra los jóvenes nacionalistas del PNV.

     En 1914, con motivo de la Gran Guerra, Jaime III se declaró neutral, pero los carlistas se declararon germanófilos o más bien anglofóbicos. El pretendiente Jaime III fue encerrado en el castillo de Froshdorf por los austríacos, y su opinión no fue conocida en España durante el conflicto.

El final de la guerra en 1918 fue catastrófico para los dirigentes carlistas españoles, y Jaime III fue liberado y marchó a París, y explicó que había estado preso, y que los dirigentes españoles se lo habían ocultado a los militantes. Juan III disolvió la Junta directiva del carlismo, y nombró jefe a Pascual Comín, un aragonés. Juan Vázquez de Mella no pudo soportarlo y se sublevó en 1919 contra Juan III.

         La popularización del PSOE.

     El 22 de septiembre de 1909 podemos fijarlo como fecha de referencia del viraje político de Pablo Iglesias en el PSOE. De su posición maximalista de no negociar con ningún partido burgués, decidió pasar a la colaboración con cualquier partido burgués que estuviera dispuesto a luchar contra los conservadores. En su juventud, Iglesias despotricaba contra todos los cargos políticos, y sólo aceptaba la revolución del proletariado. En 1905, aceptó ser concejal por Madrid, y entonces vio las posibilidades de criticar a los partidos y las personas desde el cargo, con más información y más fundamento. Y en octubre de 1909 se reunió con los republicanos y el 7 de noviembre llegó a la Conjunción Republicano Socialista de Jai Alai, cuyo fin era traer la república a España, y para ello fueron juntos a las municipales de diciembre 1909. Fruto de esta política, el PSOE se dio a conocer en áreas rurales, entró en la Universidad llamando la atención de Besteiro y Araquistain, y llegaría a los 13.600 afiliados en 1913. Empezó a contar como fuerza política española de cierta relevancia. En 1910, Pablo Iglesias daría un nuevo salto político, y se presentaría a las elecciones a Diputado, y salió elegido por Madrid. Desde ese momento criticaría a los políticos desde dentro y con toda la información de que dispone un Diputado.

     A Iglesias le costaba negociar con otras fuerzas políticas, y en el PSOE se mantuvieron desde entonces las dos líneas, la negociadora desde dentro de la política, y la maximalista revolucionaria en contra de todos los políticos.

     Desarrollo económico de España en 1900-1910.

     En 1910, España contaba con 19.927.150 personas, un millón trescientas mil más que diez años antes. Empezaba a sentirse en el aspecto demográfico el fruto del primer desarrollo, iniciado allá por 1883-1890. Los indicadores de desarrollo eran: caía la mortalidad infantil; cambió la realidad de la emigración.

La emigración interior sufrió una innovación: se produjo desde las zonas más desarrolladas, y actuaba como válvula de escape ante la imposibilidad de subsistir en un medio cuyos costes de vida subían cada día. Emigraba más el norte peninsular y Cataluña. Disminuía la emigración castellana, andaluza y extremeña.

     Ya no se producía la emigración masiva a las ciudades que se produjo en la década anterior, porque había una ralentización en el crecimiento de la minería, la metalurgia, la construcción, la textil y el transporte, que habían alcanzado los niveles de la demanda, y temían seguir incrementando la producción. Se seguía creciendo, pero no a los ritmos de inicios de siglo que parecían no tener límite.

     La población agraria, que emigraba menos hacia las ciudades y que crecía mucho naturalmente, volvió a crecer en porcentaje, del 63 hasta el 66%, y la industrial se estabilizó en porcentaje.

     Es decir, que el crecimiento demográfico se acumulaba mucho en la agricultura, el sector más pobre, se notaba un poco en la industria (migración interior), y se dirigía masivamente a la emigración exterior.

La emigración exterior era fuerte, y en 1905 salieron 126.000 personas y sólo retornaron 62.000, y durará hasta 1914. Podemos calcular que cerca de dos millones de personas salieron al exterior entre 1900 y 1914. Esta migración permanecía desde las zonas agrícolas más pobres.

     En agricultura, la concentración de la propiedad era muy alta en Andalucía, lo cual no es bueno ni malo en sí mismo, pero será malo por las circunstancias españolas: El tratamiento fiscal que tenían las grandes propiedades era inmoral, pues muchas fincas estaban ocultas al fisco, no cotizaban nada y, siendo los propietarios los “amos” del Gobierno mediante el caciquismo, difícilmente se iban a blanquear los bienes, y se iba a producir la necesaria redistribución social de la riqueza. Incluso el impuesto proporcional les parecía un abuso a los ricos y, por tanto, nadie podía pensar en el impuesto progresivo. Por ello, la concentración de la propiedad era nociva para los intereses del país. La agricultura seguía siendo extensiva y no mecanizada.

     Este tipo de propiedad agraria, utilizaba los métodos tradicionales de arado y vertedera, sin abonos químicos, sin maquinaria, intentando producir al menor coste posible, dado lo barato de la mano de obra, y se convertía en un elemento retardatario de progreso.

     En industria, la década de 1900 a 1910 se caracterizó en España por ser la época de la electricidad y del cemento:

La potencia eléctrica instalada se triplicó, y el consuno hizo lo mismo. Se abrieron Gallega de Electricidad, Hidroeléctrica de Huesca, Hidroeléctrica Ibérica (1901), Hidroeléctrica el Chorro (1903), Hidroeléctrica Española (1907), Electra de Madrid (1910), Siemens Eléctrica (1910), Energía Eléctrica de Cataluña (1911), Eléctricas Reunidas de Zaragoza (1911), Barcelona Traction Light and Power (La Canadiense, 1911), Unión Eléctrica Madrileña (1912), Compañía de Riegos y Fuerzas del Ebro (filial de La Canadiense), Andalucía Water Company (1912), Hispano Belga de Tranvías (1913), Osram (1914).

En el ramo del cemento, se abrieron Asfalto y Portland, Valderribas y Angloespañola Portland.

     En el sector siderúrgico se avanzó hacia el monopolio, pues Central Siderúrgica de Ventas, de 1907, actuaba como un cartel regulando la producción y el precio del hierro. Pero las mismas empresas iban a la concentración como ocurrió con Altos Hornos de Vizcaya (que fue concentración de Altos Hornos y Fábricas de Hierro y Acero de Bilbao, La Vizcaya, e Iberia), o con Sociedad Duro Felguera (que fue la absorción de Duro y La Felguera sobre Hulleras Santa Ana, Compañía de Asturias y Unión Hullera Metalúrgica). La crisis de la minería del hierro, así como de la minería del cobre, se inició en 1914, con la Guerra Mundial, y ya nunca se volvería a recuperar porque no se recuperaron las exportaciones.

     La empresa de más consumo de productos siderúrgicos fue Astilleros del Nervión, una alianza de 1915 de Constructora Naval, Trasatlántica, y Altos Hornos de Vizcaya. Con ello se desarrolló una flota mercante a vapor, y también el ferrocarril, que a partir de este momento ya atendía a mercancías interiores y comenzaba la posibilidad de ser rentable, si no fuera por las pérdidas financieras acumuladas.

     En la química, también habría que citar a la industria química Cros, y a Papelera Española que fue la integración de 11 fábricas de papel.

     La industria más en crecimiento en la primera década del XX era la azucarera, a partir de la remolacha, pues una vez perdida Cuba, en 1910 se abrió Compañía de Industrias Agrícolas, y en 1911 Azucarera del Ebro.

     No obstante, el conjunto de la industria era todavía preindustrial, de pequeñas empresas apenas mecanizadas.

     Apareció una banca de considerables dimensiones como:

  Banco Hispano Americano (1901) de capital indiano.

  Banco de Vizcaya (1901) de capital de empresarios mineros.

  Banco Español de Crédito, de capital francés del Banco de París y Los Países Bajos.

     Esta banca nueva se sumó a otra banca existente, como Banco de Bilbao, Banco Herrero (creado en 1911, a partir de Casa Herrero de 1848), Grupo Urquijo (que más tarde sería Banco Central).

         Nivel de vida a comienzos del XX.

     En 1900-1900, los salarios se habían igualado en el sentido de que los altos, como los de los tipógrafos, habían bajado a las cinco pesetas. En épocas anteriores como 1885, los tipógrafos cobraban 20 reales, mientras los jornaleros del campo cobraban 6 u 8 reales,  y en 1900 cobraban de 5 a 7 pesetas, mientras los jornaleros del campo cobraban 3 ó 4 pesetas. Los salarios medios, como los de los carpinteros, canteros, cerrajeros, se habían estabilizado en las 4 pesetas. Y los salarios bajos se habían estabilizado entre las 2 y 2,5 pesetas. Tuñón de Lara cree que el salario medio estaba en las 3,5 y las 4 pesetas/día.

     La vida del obrero mejoraba, no en salarios, sino en tiempo de trabajo, y había ya colectivos que trabajaban de 8 a 9 horas diarias. Se trabajaba más en Vizcaya (10 horas) y en Barcelona (10 y 11 horas) pero ganando más dinero, pues muchas veces se cobraba por horas.

     Los precios al por mayor se mantenían estables y con ligeras subidas en el mercado minorista. En general bajaron los precios de los alimentos de mucha calidad (merluza) y de muy alto consumo (pan y vino), mientras subieron los de calidad media (carne, bacalao, arroz y sardinas) así como los de calzado, vestido y vivienda.

     El peor mal para el obrero era el paro, que era endémico en el campo y en la construcción, y afectaba a cerca de tres millones de obreros, que de ninguna manera podían ser absorbidos por una industria que, en sus mejores y más optimistas perspectivas, podría dar trabajo a 500.000 personas.

     Los mineros del norte tenían el problema de los barracones y las cantinas de los empresarios, de alquiler obligatorio para los obreros, pero fueron sustituyendo los barracones por casas de alquiler obligatorio, lo cual les dejaba exactamente igual que estaban respecto al abuso empresarial, pero la calidad de la vivienda era un poco mejor. El trabajo se hacía a “tarea”, es decir, poniendo el encargado una cantidad diaria de trabajo a partir de la cual el obrero quedaba libre, lo cual era muy similar al “destajo” en el campo.

     El analfabetismo era del 59%: 48% en las ciudades y hasta el 60% en zonas rurales. El menor analfabetismo radicaba en meseta norte y cornisa cantábrica. El mayor, en Murcia, Andalucía y Canarias.

     En 1909 había en España 606 establecimientos de beneficencia y 422 de ellos eran religiosos, atendidos casi siempre por monjas. Principalmente, daban atención médica (hospitales) y alimenticia (comedores).

Post by Emilio Encinas

Emilio Encinas se licenció en Geografía e Historia por la Universidad de Salamanca en 1972. Impartió clases en el IT Santo Domingo de El Ejido de Dalías el curso 1972-1973. Obtuvo la categoría de Profesor Agregado de Enseñanza Media en 1976. fue destinado al Instituto Marqués de Santillana de Torrelavega en 1976-1979, y pasó al Instituto Santa Clara de Santander 1979-1992. Accedió a la condición de Catedrático de Geografía e Historia en 1992 y ejerció como tal en el Instituto Santa Clara hasta 2009. Fue Jefe de Departamento del Seminario de Geografía, Historia y Arte en 1998-2009.

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